Vinvana Darias rompió a llorar la abrazar a su esposo, José Ramón Darias, a su llegada al aeropuerto internacional de Miami. C.M. GUERRERO / EL NUEVO HERALD
ALFONSO CHARDY
ACHARDY@ELNUEVOHERALD.COM
José Ramón Darias, cubanoamericano residente de Homestead, fue liberado por la Seguridad del Estado el martes luego de estar detenido por 71 días en Cuba bajo cargos de contrabando de personas.

Tras largo y efusivo abrazo con su esposa, durante el cual ambos lloraron de felicidad, Darias dijo a los periodistas en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) que funcionarios de la Seguridad del Estado no le explicaron porque lo habían liberado. Sólo le dijeron que deseaban ser magnánimos.

“Vamos a darte una oportunidad, me dijeron los oficiales”, precisó en sus primeras declaraciones. “No lo vuelvas a hacer, me dijeron también. Como que era un gran favor de la Seguridad del Estado. No le agradezcas tanto a Dios. Agradéceselo a la Seguridad del Estado de Cuba”.

Su esposa, Viviana, dijo que tenía la impresión de que su cónyuge fue puesto en libertad debido a la presencia del papa Benedicto XVI en Cuba, el hecho de que Darias había comenzado una huelga de hambre, presión por parte de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana y cobertura del caso en la prensa.

“Fueron múltiples factores”, dijo Viviana Darias, quien había apelado al Papa a que intercediera por su esposo en una carta que envió al Vaticano el 17 de marzo.

Darias, de 51 años y que tiene ciudadanía estadounidense, fue arrestado el 16 de enero en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana cuando se disponía a abordar un avión de regreso a Miami. Había llegado a la isla dos días antes acompañando a su suegro, quien enfermó durante una visita a Estados Unidos y posteriormente murió. La Seguridad del Estado acusó a Darias de haber ayudado a una mujer a entrar ilegalmente a Cuba en un vuelo anterior a la isla en el 2011, cosa que Darias negó categóricamente el martes al llegar en un avión desde Camaguey donde había estado detenido últimamente.

Darias indicó que el caso derivaba de una acusación de que la mujer habría llevado a Cuba un pasaporte falso.

“Supuestamente era una señora que la ponen delante de mí y que había entrado con un pasaporte, todo un cuento también”, dijo. “Ningún pasaporte se puede falsificar con una fotografía, ni nada por el estilo. La señora se paró delante de mí y dijo, no que yo lo había falsificado, ni que yo le había ayudado, sino que yo había viajado en el vuelo con ella”.

En la sala de llegadas internacionales de MIA, Darias hizo un recuento detallado de su arresto y criticó duramente a los viajes de exiliados a la isla. Su furia contra el gobierno cubano era palpable.

“No sé cómo todavía puede existir tanto tráfico de personas a Cuba”, dijo. “¿Cómo es posible que los aeropuertos estén llenos de gente llevando dinero a Castro? Eso es lo que no entiendo. Da asco eso”.

Al preguntársele como lo habían tratado en la cárcel, respondió: “Muy mal, extremadamente mal. Chantajista. Sucio. Asqueroso. Indecente. Y no son cárceles. Son potreros. Son cochiqueras. No hay persona que pueda vivir ahí”.

Haciendo un recuento de como cayó preso, Darias dijo que el problema comenzó cuando llegó con su suegro el 14 de enero. Al pasar inmigración, funcionarios cubanos de inmigración lo demoraron pero eventualmente lo dejaron entrar porque su suegro se veía muy enfermo.

“Cuando llego tratan de bloquearme, pero se les vio difícil la cosa por el hecho de que iba viajando con un hombre enfermo y entonces decidieron ‘vamos a dejarlo pasar, de todas formas lo tenemos controlado porque tiene que salir.’ ”

El arresto ocurrió cuando trató de abordar el avión de regreso a Miami.

“Del aeropuerto me llevaron a Villa Marista”, dijo Darias, refiriéndose a la sede de Seguridad del Estado.

Ahí estuvo incomunicado inicialmente.

“Cinco días sin mi familia saber de mi”, dijo. “Cinco días desaparecido”.

Luego Seguridad del Estado lo transfirió a una cárcel en Camaguey en un viaje por tierra que tardó más de tres días porque los autos que lo transportaban estaban en malas condiciones.

“Usaron tres carros que se rompieron en el camino”, dijo. “Tuvo que ser un viaje de tres automóviles porque ninguno de los tres llegaba. Ladas viejos. Todos desbaratados”.

Tuvo que pasar una noche en una cárcel en Sancti Spiritus hasta que arreglaron uno de los vehículos para proseguir a Camaguey. La noche en la celda de Sancti Spiritus fue una de las peores, dijo, aunque no dio detalles sobre las condiciones.

“Fue una noche infernal”, precisó. “Dante se quedó chiquito. Una noche ahí es volverse loco”.

Entre tanto, una familia en Hialeah Gardens que también apeló al Papa por la liberación de su familiar en Cuba, dijo no haber recibido noticias a pesar de la liberación de Darias.

“Me da mucha felicidad por ellos”, dijo María Elena Castellón cuando El Nuevo Herald le informó que Darias estaba de regreso en Miami. “En nuestro caso no hemos sabido nada nuevo”.

Castellón es hermana de Rolando Lorenzo García Perera, de 48 años, que cumple una condena de 25 años desde el 2001 por contrabando de personas.

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