La ruina que tenemos y los motivos de ella

Lo dijo un famoso torero a su forma y manera pero de forma tan contundente que ha quedado grabado en la historia del pueblo español… “Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible”; y con ello se resume la calamitosa situación de una nación que fue próspera y que pudo seguirlo siendo, si se hubiesen cuidado de verdad sus recursos y posibilidades; pero como se fue a la trinca y se lograron las impunidades que padecemos, el resultado es la quiebra en que está España, puesto que sin paliativos ni mentiras… “España está en quiebra”.
Todo ello empezó con el desmantelamiento y venta por saldo de todos los bienes nacionales y termina (por ahora y que sepamos) con la actuación de ese casi centenar de desaprensivos y amorales, que con las tarjetas de crédito, que les conceden quienes ya hace tiempo debieran estar en la cárcel… se han gastado “en pitos y flautas”, la enorme cantidad que suponen más de quince millones de euros; que al final pagamos el contribuyente; lo que nos dice que ese sistema impera en muchos otros “nichos o covachuelas”, que seguro se irán destapando, puesto que en España la corrupción no ha terminado… ni mucho menos.
Veamos otro destape “monstruoso” donde se han tirado cantidades enormes de dinero público y cuyo destino, va a seguir produciéndonos penurias no sólo a los que hoy vivimos sino a los que vayan naciendo hasta ni se sabe cuándo, puesto que al nacer aquí ya conlleva su parte alícuota de deuda pública.
“La ruina del AVE: tras 22 años en marcha los ingresos no cubren ni un tercio de la inversión (Vozpópuli 14-10-2014) La red de alta velocidad acumula una inversión superior a los 47.000 millones de euros desde su puesta en marcha, mientras que los ingresos apenas superan los 14.200. Las cifras justifican la opinión del presidente de Adif: “la red es insostenible”. La alta velocidad está siendo una de las grandes apuestas del Gobierno para revitalizar la inversión en obra pública. Sin embargo, cada vez será más difícil que el Estado rentabilice la inversión en una red cuyo mastodóntico coste se aleja cada vez más de los ingresos que logra obtener por su explotación”.
El desastre del tan famoso y tan cacareado tren de alta velocidad, lo inició caprichosamente Felipe González Márquez, en su etapa de presidente del gobierno y el que como sevillano, quiso obsequiar a su tierra con este costosísimo juguete; luego le han seguido muchos más, imponiendo líneas y estaciones donde apenas pueden subir viajeros en ellas por lo disparatado de la obra… “pero eso sí, el político es capaz de prometer y de construir con el dinero público, lo que le dé la gana y se queda ayuno de escrúpulos del crimen que acaba de perpetrar, por alagar su ego, justificarse ante sus paisanos, o vete a saber el soborno que recibió por tan faraónica obra”. ¿Necesito recordar los aeropuertos sin aviones ni viajeros y las infinitas obras absurdas o no necesarias por su no poderse mantener en servicio de las que hay innumerables en esta nación de bandidos y salteadores de todo lo público? Usted que lee esto simplemente vea su entorno y recuerde lo que sabe, se asombrará o puede que se horrorice.
Bueno pues de todo ello se deriva “la mier** de pensiones que nos pagan a la mayoría, el que paguemos las medicinas de una Seguridad Social que antes las costeaba, que todo vaya manga por hombro y que además, nos hayan acumulado una monstruosa deuda pública que los técnicos ya auguran que no puede ser pagada, pero la que nos lastrará cada año con unos interese monstruosos que nos arruinarán cada vez más”.
Pero sobre el tren pensemos que España no es Rusia, EE.UU. o Canadá; que teníamos y tenemos los “trenes Talgo” (Con el AVE cada tornillo ha de venir importado de fuera) que es un tren moderno y que incluso se ha exportado a países mucho más industrializados que España, lo que nos dice a las claras que es rentable y mucho más a España, donde está su patente y ocuparía miles y miles de trabajadores; o sea que con el famoso “AVE” tenemos hipoteca para mientras exista.
Todo esto y mucho más que aquí no cabe, es el motivo del erial en que hoy nos han convertido a España; y ahora que nos sigan contando la serie de cuentos y mentiras a que nos quieren acostumbrar.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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