Pensamientos y reflexiones 190

Sobre la sabiduría y sus orígenes
Sobre lo que sabemos o ignoramos, ya lo dejó sentado e indiscutible Sócrates, con su lapidaria frase: “Yo solo sé que no sé nada”; por tanto lo que de sabiduría conoce la humanidad, es algo así como “un fondo común” que elaborado a lo largo de innumerables siglos, hoy existe conformado por todos los que pensaron; y lo que nos dice claramente que “lo que llegue a ser ese misterio cual somos el denominado ser humano”, será lo que armonizado en conjunto llegue a formar o conformar, una verdadera “sociedad social y armonizada en conjunto para lograr un intuido o soñado estado de felicidad desconocida al día de hoy; por tanto si todo ello se inició cuando dejamos de ser esa especie de homínido de que nos habla la teoría de la evolución; igualmente es totalmente desconocido el final del ignorado camino hacia la perfección; es por tanto la incertidumbre y los incontables miedos, los que nos hicieron empezar el camino y seguirlo… no hay más”. Por tanto más que “un ser privilegiado”, yo estimo que lo que somos es una infinidad de seres condenados a caminar como ciegos en una senda totalmente desconocida y que sigue siéndolo, a pesar de todos los profetas que existieron, existen y existirán: amén”.
No obstante sigamos conociendo cosas sorprendentes como la que sigue:
HACE 2700 AÑOS EN LA CIVILIZACIÓN CHINA: (Nota para copiar, difundir y leer de vez en cuando, con detenimiento y meditando cada una de las frases)
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“Cuando cada ciudadano cuente como parte de la sociedad, y la sociedad pertenezca a todos por igual, los virtuosos y capaces serán elegidos para la acción pública. Los adultos dedicarán sus esfuerzos a las establecidas tareas usuales y la infancia será educada correctamente. Todos participarán en la responsabilidad social. Los recursos naturales serán utilizados para el bien común y no serán usurpados con fines egoístas. La gente procurará aplicar su habilidad en provecho público antes que en ganancias privadas. Será la Era del Gran Estado de Paz y Prosperidad”. (De mi artículo de igual titular)

El negocio de la pobreza “y las limosnas”
Quienes “explotan la pobreza y las limosnas”, saben que hay siempre muchos y muchas, dispuestos a dar “de sus sobras”, cantidades que acumuladas sumarían fabulosos capitales, que de hecho se “limosnean”, para provecho de desaprensivos o incluso criminales delincuentes, que en general y descubiertos como obran, no suelen ser castigados, pese a que el dinero que reciben (“libre de impuestos”) es destinado “a vete tú a saber que fines más sucios o asquerosos”; y como ha ocurrido en Haití; cosa que no es nueva, puesto que son abundantes las acciones similares y que han protagonizado, no solo “cacareadas oenegés, sino igualmente tropas rimbombantes y que enviadas para salvar de hambres y cosas peores, han hecho barbaridades que se han descubierto, por lo que puede ser que ocultas existan ni sabemos la cantidad de ellas”, pero que se tapan cuanto pueden, puesto que la hipocresía es un arma de las más temibles y que emplean, hasta los que ni imaginamos.
Por tanto y como “escarmentado” puedo aconsejar que no dé ni un céntimo, si no está seguro que irá a donde usted cree de buena fe va a ser dirigido; no crea que la limosna soluciona gran cosa; incluso hay “pobres diablos” que expolian a los bancos de alimentos, o comedores sociales, yendo incluso a comer y cenar y llevándose para su casa todo lo que pueden, sin tener necesidad de ello; o que e igualmente, en vez de dedicarse a trabajar y cumplir aquello tan sabio, “del sudor de tu frente”; adaptaron sus vidas a vivir del “sudor del de enfrente”; y pasan la vida viviendo incluso miserablemente, pero “no dando un palo al agua jamás, puesto que su máxima es que el trabajar es solo para los tontos”. (De mi artículo de igual titular).

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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