Los nuevos esclavos, la hipocresía y la realidad En el pasado eran "negros los que cazaban negros"; y luego, se los vendían a los blancos, que llegaban a las costas, para comprarlos y luego, venderlos en América generalmente. Los á

Los nuevos esclavos,
la hipocresía y la realidad

En el pasado eran "negros los que cazaban negros"; y luego, se los vendían a los blancos, que llegaban a las costas, para comprarlos y luego, venderlos en América generalmente. Los árabes los compraban también y luego, los vendían en diferentes países de su cultura y costumbres; o sea que los tiempos y los sistemas cambian, pero la realidad es que sigue la "compra y venta de esclavos"; y en el intermedio, se hacen ricos, muy ricos, los nuevos "negreros". Los gobiernos y sugestionados por "lo de buen samaritano con el dinero público"; generalmente, ayudan a ese criminal negocio, que no tiene solución tal como va. La solución está en el origen y acabando con los verdaderos tiranos de esos que huyen. Vean, lean y analicen lo que se publica el 24-08-2019 y piensen; en que estamos siendo engañados miserablemente; y robados impunemente. El resto de lo que copio, lo tienen en Internet y para ello les dejo la dirección.
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ESPAÑA
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“Inmigrantes, muertes y extorsión: las mafias generan 500 millones en el Mediterráneo
Los traficantes se aprovechan de la mala situación económica de personas para, utilizando cualquier excusa, convencerles de entrar en una espiral de extorsión que ha dejado ya más de 20.000 muertos a las puertas de Europa. "En Nigeria, el salario medio es de 100 euros; para una mujer nigeriana, los 200-300 euros al mes que se les promete pagarle a cambio de prostituirles en Italia, son motivo suficiente para entrar en el juego de las mafias que tienen en Libia su gran epicentro", dice a Vozpópuli una de las personas que mejor conoce el 'negocio', ahora en el disparadero tras el runrún mediático generado por las peripecias del barco 'Open Arms'. "Es cierto que la presencia de las ONGs en el mar, es vista como una oportunidad de los traficantes para engañar a las personas y empujarlas a salir al mar e incluso estafarles, pero lo cierto es que para ellos, cualquier cosa es una oportunidad para empujar a la gente al mar y cobrarle por ello"; cuenta Giampaolo Musumeci, periodista con años de experiencia tratando con traficantes en el Mediterráneo, que le valieron para escribir un libro, Confesiones de un traficante de personas. "Conozco casos de traficantes que han llegado a utilizar banderas europeas en altamar para hacer creer a la gente que han llegado a Europa y estafarles; paralelamente, se les extorsiona con mensajes a miembros de su familia; una vez que la persona entró en el círculo de la mafia, ya no hay vuelta atrás con los traficantes, todo vale para esta gente".
El negocio: Años de investigación y trato directo después le avalan para poner luz y taquígrafos a un negocio que tuvo primero en Grecia y después en Italia, sus principales horizontes y del que por lo general, se benefician empresarios europeos del transporte y pesqueros en los puntos calientes, con un negocio legal paralelo y ya con muchos años de experiencia en un sector que requiere "saber cómo y cuándo sobornar a qué policía y cómo acceder a armas para utilizar la violencia cuando sea necesario". Todo ello se justifica por un negocio millonario "que se presenta como el de una agencia de viaje" al margen de cualquier impuesto. "Los precios varían según la ruta y el recorrido; no es lo mismo empezar el trayecto desde Ghana que desde Afganistán. Otro factor es que además también pueden prometer no ya llegar a Europa sino al norte del continente; y ello con una oportunidad de trabajo que suele ser esclavizante, pero aun así más rentable que la vida anterior. Con la crisis de los refugiados, además, los precios crecieron; empezó a llegar gente que podía pagar más por los viajes. En promedio, podría decirse que cada migrante paga ahora entre 3.000 y 5.000 euros por el viaje", dice Musumeci. Atendiendo a su estimación, las mafias podrían generar al cabo del presente año entre 300 y 500 millones de euros. Una cifra que entronca con la última oficial estimada por la Oficina Europea de la Policía (Europol), correspondiente al año 2015. La Europol ha estimado que en ese año, en el que más de un millón de personas cruzaron el Mediterráneo (coincidente con el 'boom' de la crisis de los refugiados sirios), el volumen del negocio pudo alcanzar los 6.000 millones de euros”.
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Y como individuos no podemos hacer nada por esta tragedia, que la han convertido en un inmenso negocio; cuando “nos quieran ablandar”, con los espacios habituales de propaganda “para quienes sean”; lo mejor es pensar en esa realidad y no ablandarnos más; la solución si es que la tiene, son otros y por tanto son ellos, los responsables de todas esas miserias… ¿qué hacen que no las solucionan?

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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Los nuevos esclavos, la hipocresía y la realidad En el pasado eran "negros los que cazaban negros"; y luego, se los vendían a los blancos, que llegaban a las costas, para comprarlos y luego, venderlos en América generalmente. Los á

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