Viernes 12 de Noviembre de 2010

Plácido y Paul


Los conciertos, recitales, como se prefiera decirlo, de Paul McCartney en Buenos Aires tuvieron significados diferentes pero metidos todos en la misma zona: la de la belleza, donde habitan también el entusiasmo, la melancolía y el optimismo. Muchos de quienes estuvieron en River -niños, vejetes, seres otoñales- supieron o sintieron que tal vez no habría de presentarse otra oportunidad de ver y escuchar el beatle -melancolía-, que valía la pena comprobar que no hay fecha de vencimiento para la necesidad de crear y cantar de generación en generación -entusiasmo- y que el mito de la juventud poderosa tiene también sustento en la gracia de la vida hasta el crepúsculo -optimismo-, todo lo cual se comprobó largamente. Desde luego, resultó curioso que el momento de mayor intensidad fuera el de “Yesterday”, la preciosa canción de Lennon y McCartney, la más escuchada y comprada desde la fusión de música e industria de masas -tiene al menos mil setecientas versiones, desde Ella Fitzgerald hasta Ray Charles, Frank Sinatra o Pavarotti-, porque se trata de una obra triste. “Yesterday” desmiente, pues, que el éxito en la materia sólo puede asentarse en la alegría, el salto y la euforia: el recogimiento y la emoción metafísica se imponen de manera impensada en la lista de hits de todos los tiempos.

También Plácido Domingo, del barrio de Ibiza en Madrid, hijo de cantantes de zarzuela, con años de residencia en México y en Israel, tenor y barítono, pianista, Director de grandes orquestas, cumbre de la lírica, cantó “Yesterday”. En rigor, fue el que hizo punta en la cuestión de hacer más tenue la división entre música académica y música culta al cantar junto al ícono pop-folk John Denver. Lo haría después con muchos otros artistas de otras fuentes y otras técnicas, como boleristas o cantores de tango, por no contar grandes intérpretes rancheros con sus mariachis.

Filántropo de corazón generoso -donó un año de contrato y regaló miles de casas para quienes las habían perdido en el terrremoto de México en el 85, donde murieron algunos de sus familiares-, recibió la distinción de “Figura del año” durante la entrega de los Grammy latinos en los días en que tocó y cantó Paul. Una manera de homenajear como cualquier otra, un pretexto: Plácido es una figura histórica.

Ser contemporáneo de los dos, vivir a la vez, es todo un regalo.
Publicado por Mario Mactas el Viernes 12 de Noviembre de 2010