PENSAMIENTOS Y REFLEXIONES 82

MICRO Y MACRO ESTADOS: A lo largo de la historia, ha habido diferentes intentos de unir bajo un solo mando o gobierno, enormes extensiones del planeta (El Imperio Romano, Alejandro Magno, Mahoma, Gengis Kan, Los imperios español, inglés, turco y otros; Napoleón, Hitler, URSS; todos bajo el peso de la conquista “a sangre y fuego”) y todos fueron desmembrándose; puesto que como dijera el pensador español (Unamuno) con su contundente sentencia (“venceréis pero no convenceréis”); puesto que “una cosa es vencer al cuerpo (“a la fuerza ahorcan”) y otra muy diferente y mucho más difícil, es vencer la parte espiritual del ser humano (espíritu-alma) cuya fuerza es infinitamente mayor que la que pueda emplear “ese bruto” al que sin embargo, le asignaron por dos veces esa mentira palpable de… “sapiens-sapiens”.
Terminan esos intentos, en el más sangriento de todos los siglos que refleja la historia, puesto que así se puede considerar el terrible “Siglo veinte”.
Y es en este siglo, cuando se intenta “la mundialización política”, con la “unión de naciones”; (ONU y otra anterior cuya denominación fue “Sociedad de Naciones) y que a la vista está, han sido otro “gran fracaso mundial”.
Después y ya en el siglo actual, se intenta “otro invento” cuál es la mundialización o “globalización”, que va resultando otro gran fracaso, puesto que esa mundialización la manejan “ejércitos invisibles”, cuales son “las finanzas y el dinero mundial muy bien organizados”; y lo que van logrando, es lo contrario que debiera ser el remedio a los muchos males que asolan al planeta, puesto que el resultado va siendo el que cada vez existan, más ricos e infinitamente muchos más pobres y desvalidos; por tanto el desenlace si no se corrige “el rumbo”, serán desastres que ni imaginar podemos, pero que han de ser terribles, por “los indicios que se aprecian global e incluso nacionalmente”; lo que dará lugar a nuevas disoluciones, divisiones, y vuelta a los pequeños estados, tribus, clanes de intereses, y el que quede fuera… “que lo parta un rayo”. (De mi artículo de igual título – Abril 2015)

¿ABRIR O CERRAR LA INMIGRACIÓN O INVASIÓN DE EUROPA?: Analicemos las casi seguras consecuencias que acarrearía el “abrir las puertas de Europa”; puesto que los europeos en gran cantidad (háganse referéndums y que los pueblos opinen mediante el voto individual) no aceptaríamos una invasión, ni como la que ya sufrimos y nos preocupa (nos asola una delincuencia masiva y que con esta invasión descontrolada se ha adueñado de nuestros bienes), más aún “la inundación que llegaría si se levanta la mano, puesto que entonces… “el caos está garantizado”.
Aun cuando se reconozca que en ciertos países “los nativos europeos”, no se preocupan de procrear para estabilizar poblaciones autóctonas, con sus propios partos y el debido crecimiento estabilizador; pero ello siendo así, no impide el que muchos (enormes cantidades) de jóvenes (caso de mi España) tengan se huir de sus propios lares para emigrar a otros países europeos, donde ya los rechazan si en un plazo que fija cada nación que lo hace, no encuentran el trabajo que buscan; demostrando con ello que primero son los nativos que los forasteros y que si hay que mantenerlos, “que los alimenten, vistan y les den medicinas en su casa de origen”.
Por otra parte, es indudable que tal como está o se encuentra gran parte del mundo, a Europa, vendrían tal cantidad de donde ni sabemos, que acabarían con la economía continental, por tanto en esto como en todo, tiene que haber una reglamentación acorde con los intereses del conjunto de la población y no lo que ahora ocurre, que cobardemente los políticos no dan la cara y hacen declaraciones o discursos, de una valoración deplorable; ya que una cosa es el deseo y otra muy diferente la realidad con que se cuenta. (De mi artículo de igual titular)

Disección de “cadáveres políticos”: Exactamente lo mismo que murió el franquismo, ha muerto la política denominada de “la transición”; pero con una gran o enorme diferencia: “el Franquismo nos dejó ricos y bien pertrechados en lo económico y social”; y la tan pomposa y cacareada “Transición española”, nos deja, pobres, empobrecidos, indigentes en masa, incluso con hambres manifiestas en sectores que ya han de pedir limosna simplemente para comer… delincuencia enorme y de todas las escalas habidas y por haber, donde la corrupción política, incluso la “sindical obrera y la sindical empresarial, destacan con méritos propios”, cosa que o no había, o apenas notábamos en aquel 1975 en que murió “la tan denostada Era anterior; en la que las cárceles que había estaban bastante desocupadas y por el contrario, las que hoy existen y que en cantidad, “centuplican” la capacidad de aquellas, ya que están llenas a rebosar, mientras los juzgados, que igualmente se han “centuplicado”, permanecen “atorados” o llenos a rebosar de infinitos expedientes delictivos, los que de resolverse con la rapidez que debieran, ni imaginamos la enorme cantidad de nuevos presidiarios que arrojarían a unos presidios que no existen ya y por cuanto no habría plazas para tanto “lumpen” o de “guante blanco” como hay a la vista, u oculto en vete a saber que recovecos de todo el sucio entramado que ha proliferado en estos últimos cuarenta años. O sea “todo un éxito de la bien calificada y clasificada casta política que se adueñó de España a la muerte de Franco” y la que hoy se desgañita, gritándonos sus excelencias para que los votemos de nuevo.
No, no me excedo en este concentrado prólogo de hoy; puesto que cuando se escriba la verdadera historia, si los historiadores son honrados, “los libros van a arder con sus brasas interiores”, puesto que como ya escribí hace tiempo, “La época del reinado de Juan Carlos I, sería catalogada en la historia, como la de mayor corrupción en la era contemporánea”. Trabajo tiene su hijo y heredero, para “recomponer el sucio y roto tejido que ha heredado”; esperemos que lo consiga en bien de todos los españoles (que nos da igual monarquía, que república, que “el consejo de ancianos”, siempre que gobiernen bien) y no sólo en el de “las castas privilegiadas” y que como siempre, han surgido en la vieja y arrugada “España de casi todos los tiempos”; culpables únicos de que este país o nación, no ocupe el lugar que le corresponde en el ámbito mundial. (De mi artículo de igual titular 01-05-2015)

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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