EL EMPECINADO PRESIDENTE DICE SÍ: EL TÉCNICO DICE NO

Como en la vieja canción de “La Parrala”, unos decían que sí y otros decían que no… “Unos decían que a la Parrala le gustaba el vino y otros que no, que sólo bebía para olvidar”; la Parrala tenía problemas de amores y no económicos; “pero aquellos sí o no dieron mucho que hablar durante muchos años, cantándolos el pueblo con gran afición”; ya que, “los sí y los no en España”, al parecer son eternos; puesto que la mentira es la única verdad siempre presente aquí.
Y las mentiras de los que aquí han gobernado o gobiernan son tan abundantes y tan burdas, que apenas transcurre poco tiempo, todos quedan “con el culo al aire”. Pese a tanta repetición el político promete y promete y el que gobierna mucho más; al fin y al cabo no le va a pasar nada si no cumple; y amparado en ello, ahora es el fracasado Rajoy el que promete y promete, buscando el que en las próximas y decisivas elecciones generales no lo manden al olvido, ya que sigue teniendo más fe que otra cosa, puesto que tal y como se va desenvolviendo todo, lo lógico es que lo manden al ostracismo más vergonzoso.
No es que los “nuevos” merezcan una confianza digna de mención, ya que como se ha visto, han ido a ocupar los huecos que han conseguido, para vivir de ellos y lo demás, pues, “ya veremos cómo y cuándo se soluciona si es que hay solución”.
http://blogs.elconfidencial.com/economia/el-disparate-economico/2015-07-06/rajoy-dispara-el-deficit-para-comprar-votos_915205/ Les dejo la dirección, en la que el Sr. Centeno, hace una “autopsia” a la situación española, que más que como nos cuentan “los gobernantes y políticos afines”, es algo así como un muerto viviente y que se va manteniendo en ese “vivir sin vivir”, por cuanto hay que mantenerla así, para bien de todos los que viven de esas fechorías, cuales son el hundimiento de países, que antes eran lo suficientemente prósperos para vivir con gran tranquilidad, pero que por esos juegos (¿delictivos?) financieros continuados, las han ido arruinando llevándolos a situaciones de, “mesa de últimos auxilios vitales”.
Y es que lo que dicen los que aún mandan es una cosa y la realidad otra muy diferente; los que perdieron el trabajo no lo recuperan en inmensa mayoría y si recuperan algo, es de tan ínfima calidad que más que alegrarlos, los sume en estados no agradables ni deseables para nadie; puesto que pese a lo que digan “los unos”, los otros no ven porvenir ni a largo plazo.
Si nos fijamos en los que aún no han obtenido ni su primer empleo y sobre todo en los numerosísimos universitarios, con su carrera y su título colgado ya con polvo del tiempo transcurrido, tiene que ser una verdadera tragedia, cuando se planteen las terribles preguntas… ¿para qué estudié, para qué sacrificaron mis padres tanto dinero, qué puedo esperar aquí si no hay horizontes y qué va a ser de mi vida y de mis ilusiones en un futuro que lleva ya muchos años de color negro y así sigue?
O sea, jóvenes que salen “a ejércitos” de unas facultades universitarias, que dicen haberlos preparado para unos trabajos pero que estos no existen; que se dan cuenta estos engañados/estafados, de que su gobierno no los orientó en su momento de qué debían estudiar para mejor acoplarse a las necesidades de su país y que terminados estudios… el porvenir más asequible si es que se deciden a ir, es el de “friegaplatos, pinche de cocina, o a lo sumo camarero”, en cualquier establecimiento estacional en el aún boyante turismo español o yéndose a países más desarrollados, pero a ejercer no la carrera que estudiaron, sino empleos mal pagados y del estilo o similares a los ya descritos.
Imaginemos “la mala leche” que estos jóvenes llevan acumulando y la que si bien, muchos la podrán aplacar, en las fáciles drogas (en España se consumen drogas a porrillo), el también fácil sexo y las insulsas concentraciones, que se fomentan de todo tipo, para que sigan ensimismados o “en un nuevo tipo de drogas”, cuales son el fomento de los infinitos ídolos de barro, a los que se cultiva como “una luz que como las de bengala, iluminan mucho pero son breves y desaparecen en esa brevedad”.
Son la “nueva carne de cañón donde encontrará adeptos incalculables, el político demagogo, que no les va a proporcionar nada a la inmensa mayoría, sí a los que más necesite y se acoplen a sus ambiciones, que como tal demagogo le llevaron a unirse y encabezar a los descontentos, pero para colocarse él y su camarilla en el dinero público, que es lo que han hecho otros en cantidades industriales y desde que fue enterrado Franco”; pues nunca hubo tantos aspirantes a la que se denomina “teta nacional”, donde se cobra bien y no se responde de nada.
Y aquí en vez de eliminar parásitos lo que se trata siempre es de mantener todos los que han colocado y peor aún, aumentarlos para colocar a muchos más; esa es “la inversión y más aumento en el gasto público”, que algún político (que no ha producido nada en su vida) pretende si llega al poder; o sea lo que nos ha llevado a la ruina, que no es otra cosa que el continuo y masivo malgasto de bienes tangibles, para conseguir sólo “humo que desapareció y desaparecerá”. ¡¡Menudo porvenir!!

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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