ESPAÑA ES RICA PERO MAL GOBERNADA Y ADEMÁS SAQUEADA

Acabo de venir de votar; son las diez de la mañana de este muy triste domingo para mí; puesto que he ido y vengo solo, ya que mi querida esposa yace en cama con muy grave enfermedad, que me parece “no la va a dejar votar más”, aquí en este perro mundo; y en “el otro”, nadie sabe con seguridad “el sistema de gobierno que existe”, si bien confío en que eso “de mejor vida” sea cierto y allí podamos vivir mejor, como ya apuntara Pitágoras y otros sabios que nos precedieron hace muchos siglos. Y he ido a votar con entereza, puesto que aquí “en estos hormigueros humanos”, siguen siendo necesarios administradores de lo público y es mejor que sean elegidos que no impuestos y por causas obvias; puesto que la “enfermedad de la política”, debe irse perfeccionando y que no sea lo nociva que viene siendo desde que “esos hormigueros” se organizaran como tales y donde siempre imperó el dominio de la fuerza y no el de la razón… “pero confiemos en que alguna vez será a la inversa y que sea la razón equitativa la que impere y en bien de todos”.
Como español que soy opino como tal y viendo el panorama que hay marcado sobre este territorio denominado como “piel de toro”, quizá por lo violento, cerril e ineducado de los “pequeños hormigueros humanos”, que lo conforman como tal y que como ya escribí hace mucho tiempo, es algo así como… “un queso de muchas leches, en las que abundan mucho las malas leches”.
Pero aun así, es un país o nación muy rico y por muchos motivos que hoy no explico; por lo que con un mínimo de sentido común, debiera ocupar un lugar señero en el concierto de naciones del mundo, cosa que lleva ya bastante tiempo muy lejano de tal situación, que alguna vez ocupara pero que como todo en España, fue liquidado de mala o peor manera, para entrar en las miserias y penurias consiguientes.
Aquí han proliferado demasiado y durante demasiados siglos, clases dirigentes que como ladrones y bandidos, han ido al saqueo nacional y en beneficio propio y de allegados, han empobrecido cada vez más la riqueza nacional; cosa que no hubiese ocurrido si de verdad aquí hubiesen abundando “los buenos administradores y no los saqueadores de todos los colores imaginables”; puesto que este bandidaje ha dado lugar hasta que “las pobres hormigas así maltratadas cuando no ultrajadas”, se consideren “extrañas en su propio país natal” y de ahí deriva el que ni respeten ni reconozcan su propia bandera, su himno nacional, su rey e incluso a la mayoría de sus gobernantes, puesto que “el pueblo no es tonto” aunque lo educaran para ello y ve que en realidad en vez de “res pública” lo convirtieron en “res privada”, pero al servicio de intereses ajenos a los suyos propios y por el contrario siempre forzado, a trabajar y sudar en favor de otros y que son “los mangoneadores de siempre”; por ello aquí fracasaron todos los sistemas conocidos de gobiernos, salvo espacios mínimos, donde “cabezas bien amuebladas”, supieron encauzar a los españoles en una prosperidad mejor repartida, pero la que siempre fue dilapidada por los nefastos sucesores de aquellos, sino buenos, pero sí mejores gobernantes que la inmensa mayoría de los que han gobernado España… y la última experiencia de ello, la estamos padeciendo en estos tiempos, no de democracia verdadera sino de una verdadera y mortífera corrupción que alcanza a casi todo el muy extenso territorio hispano… “islas adyacentes incluidas”.
Entramos así en un nuevo periodo político que esperamos no sea una continuidad “de más de lo mismo”; que es lo que en realidad quieren los que aspiran a gobernar, con todas las fuerzas que da el poder, sean estas ganadas en las urnas o como “sobornos” para adquirir el resto, que es esa “mayoría que todos quieren, porque mintiendo de forma bochornosa dicen que para gobernar es necesario tener la mayoría”; o sea una dictadura impuesta bajo el paraguas de una democracia que no existe ni aquí ha existido nunca.
Porque gobernar bien no es siempre dictar unas normas, sino consensuarlas con todas las fuerzas y si estas son honradas (que es lo que siempre faltó aquí) llegar a acuerdos que beneficien al conjunto poblacional y no a grupos más o menos numerosos, pero que son siempre “las sanguijuelas o vampiros”, que nos sacan la sangre, sobre la base de que… “nos tienen dormidos o atados al potro por la ley de la fuerza, o del embudo”.
Por todo ello, coincido con los que opinan que siempre debe gobernar la fuerza más votada; puesto que ese es el espíritu de la democracia; pero si no ha obtenido mayoría absoluta, tiene que debatir siempre lo que sea puntualmente y luego actuar en consecuencia… y si gobierna con esa ansiada mayoría absoluta, ha de estar sometida al imperio de la ley, ejercida por verdaderos jueces y fiscales, capaces de sentar en el banquillo hasta a su “primogénito” si ha delinquido para merecer ese banquillo que debe ser de verdad… igual para todos… ¿cómo podemos aceptar que esos jueces y fiscales sean elegidos por los políticos, si esa es de las mayores aberraciones que puede padecer un gobierno y el pueblo que lo soporta?
Lo escribí hace ya bastante tiempo y lo recuerdo ahora… “La mayor pobreza y miseria que existe es la del juez o fiscal que venden su toga”. Amén.
“El precio de desentenderse de la política es el de ser gobernado por los peores hombres”: (Platón). La política nos afecta a todos y por ello no debemos dejarla sólo en manos de los políticos.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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