Así describía en los años 70 la publcidad de una marca de los hoy estigmatizados cigarrillos la trayectoria de la mujer en el camino de su liberación dentro de una sociedad machista.

Y aunque hoy todavía miles de millones de mujeres siguen viviendo en sociedades en las cuales la virginidad continúa teniendo importancia y significado , en Occidente el cambio ha sido rotundo y sorprendentemente veloz.

De la rapidez de la mutación nos habla el hecho de que aún podemos encontrar una interlocutora anciana que nos refiera –si su pudor la autoriza– que mantenía relaciones sexuales con un camisón agujereado a tal fin. O el príncipe Fabrizio, protagonista de “El gatopardo”, que se le queja a su confesor –a fines del siglo XIX– que ha tenido siete hijos con su esposa ¡y no le conoce el ombligo!
Ha pasado un siglo y monedas desde entonces, en términos históricos una cifra despreciable .

Pero a pesar de tan poco tiempo, si alguien entra en el muy buen sitio Entremujeres de Clarín.com encontrará que, por ejemplo, la bellísima actriz Cameron Díaz, muy suelta de cuerpo y sin ponerse colorada, confiesa su entusiasmo por la pornografía.

También allí se verá que el tabú sobre la masturbación femenina, sobre el cual pesaba un vergonzoso silencio hasta hace sólo unas décadas, hoy sale a la luz pública sin que nadie se despeine.

Paris Hilton cuenta que su consolador es de cristal y tiene una colita de zorro removible. Victoria Beckham alardea que el suyo –regalo millonario de su marido, el célebre millonario David– está hecho de platino, con base de diamantes de 10 quilates. Y la modelo Kate Moss jura que es fanática de una marca de juguetes sexuales que llevan la firma de diseñadores famosos.

Entre nosotros, Susana Giménez no vaciló en calificar a su consolador como “impresionante”, todo a pantalla abierta de TV.

En una encuesta realizada en ese sitio, que recibió 5.500 respuestas, la pregunta dirigida a las mujeres era sobre con cuántas personas habían tenido sexo. El 28% contestó de dos a cinco. Pero, muy cerca, con el 26%, se situó la contestación “Perdí la cuenta”.
Y en otro sondeo de Entremujeres, con 2.700 respuestas, nada menos que el 60% reconoció haber tenido al menos un romance en el trabajo. Y el 15%, que fantaseó con ello.

Hace poco se instaló en el país un sitio Web que facilita los contactos para entablar relaciones extramatrimoniales. E s decir, dedicado, sin vueltas, a la trampa. Sus encargados se jactan que el 30% de los inscriptos son mujeres, con un promedio de 33 años.

Como decía el antiguo aviso las muchachas han recorrido un largo camino. Pero a una velocidad mucho más que insinuante.

Por Marcelo Moreno.