Increíble la noticia publicada por el portal español 20 minutos: la policía española desarticuló una red de prostitución que "reclutaba" a mujeres nigerianas amenazándolas con hacerles magia negra vudú. En el operativo fueron detenidas 17 personas que integraban la banda y 50 mujeres (dos menores) fueron liberadas.
Mujeres nigerianas en la Rambla de Barcelona

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - Según informa el portal español 20 minutos, agentes de los Mossos d'Escuadra detuvieron a 17 personas en Barcelona aparentemente miembros de una organización que se dedicaba al tráfic de mujeres para que ejercieran la prostitución.

Durante el operativo, la policía liberó a 50 mujeres nigerianas, dos de ellas menores de edad, que eran trasladadas a España desde Nigeria para prostituirse en la Rambla de Barcelona y otros puntos de la ciudad.

La banda prostituía a las jóvenes bajo amenazas a sus familiares en su país de origen y ritos vudús, según explicó este jueves el inspector de la policía autonómica catalana, Quim Francès.

Así, los captores del grupo en España, que configuraban una ramificación de la organización criminal Supreme Eiye Confraternity, la más importante de Nigeria, se hacían traer chicas de aquel país bajo la falsa promesa de un contrato laboral en España.

El viaje hasta la península ibérica era una odisea infernal, que se llegaba a alargar hasta medio año, y en el que las mujeres viajaban en patera, permanecían días a la intemperie, sobrevivían a duras penas en condiciones infrahumanas y eran víctimas de abusos sexuales.

Una vez en Barcelona, les recibía un hombre nigeriano que se ganaba su confianza. En realidad, se trataba del jefe de la red y, al cabo de un tiempo, las conducía a la prostitución, sobre todo en la zona de la Rambla, para pagar la deuda impagable que habían contraído por el viaje y que oscilaba entre los 30.000 y los 50.000 euros.

Sin vigilancia extrema

Con todo, las mujeres gozaban de cierta libertad. No estaban sometidas a constante vigilancia y, en ciertas ocasiones ,vivían solas. Y es que se debían ciegamente a la asociación porque las habían sometido bajo rituales de vudú o amenazas. Sólo unas controladoras recogían la recaudación y les decían cómo tenían que vivir. Además, para que no estrecharan lazos entre ellas y no se pudieran sublevar las iban moviendo por diferentes ciudades como Zaragoza o Madrid.

Según explicó la Policía autonómica, las pesquisas se iniciaron en el mes de mayo, cuando detectaron que un grupo distribuía billetes de 50 euros falsificados en la zona metropolitana de Barcelona. Pero las detenciones se precipitaron al descubrir que la banda quería obligar a una menor a abortar.