De cómo se llega al poder y de cómo se emplea

Al poder se llega o bien, “pegando tiros y cortando cabezas”, o bien consiguiendo los votos necesarios y mediante estos conseguirlo. En tiempos era hereditario y aún hoy lo es; como muestra tenemos a Cuba, Siria, Corea del Norte y no sé si alguno más... pero aún éstos, necesitan estar respaldados, por los imprescindibles “estómagos agradecidos”, que de una u otra manera sostienen al que dice gobernar.
En el primero de los casos que arriba cito, logrado el poder, hay que pagar a todo aquel que poniendo la fuerza e incluso arriesgando el pellejo, consiguieron llegar al poder capitaneado por quién sea; caso de España lo pudimos ver “y disfrutar” los que vivimos, tras la terrible y sangrienta guerra civil... “los que ganaron se repartieron el botín y los que perdieron o tuvieron que huir o quedaron en la situación que sólo los que lo vivimos, sabemos”... “y no digo más, puesto que ciertas cosas aunque no hay que olvidarlas, pero a estas alturas mejor echar tierra encima y mirar al futuro... aunque lo tengamos tan negro como estos de ahora y que con las urnas como escudo, nos han llevado”... pero mejor así, y no como quería el canalla de Rodríguez Zapatero, alentando la revancha y desenterrando huesos que hoy ya no sirven para nada... ni nunca sirvieron, puesto que el gobernante ha de preocuparse por los vivos... y que estos vivan lo mejor que sea posible, así es que “amén de los amenses”, que suelo decir yo, cuando un asunto demasiado serio hay que cerrarlo y no hablar más de él.
En el segundo de los casos, también se gana el poder sobre la base de saber organizar a “un ejército” de colaboradores, que indudablemente si lo consiguen, todos (luego) van a pretender beneficiarse del botín obtenido, puesto que no nos engañemos, se va a por el botín y todo lo demás son zarandajas... eso de servir a la “patria”, al pueblo, progreso, justicia y demás palabras... suelen ser (han sido) eso, palabras, palabras, palabras y nada más... a la hora de la verdad... “panza y bolsillo que suelo decir yo en una clara y contundente metáfora de lo que en realidad busca el que se dedica a la política como una profesión privilegiada para obtener (que no ganar honradamente)... dinero”.
Pero como en el sistema del voto, “los ejércitos a movilizar son mucho más numerosos” y cada partido organiza al suyo, pues luego ocurre lo que ha ocurrido... hay que colocar o enchufar a más ayudantes, más puestos a cubrir y con el salario (normalmente crecido y mucho mayor que el del que fuera de la política tiene que trabajar en lo que sea) mucho más substancioso.
Obtenido el puesto, la mayoría hará lo que sea menester, no sólo por acrecentarlo, sino por perpetuarse en el chollo y luego jubilarse con la mejor de las jubilaciones... “amén de lo que haya podido arrebañar juntando dinero y llevándoselo más o menos crudo y sin ningún temor a responsabilidades, puesto que para eso el que manda hace las leyes y que siempre serán de las del tipo del embudo”... y a la vista está todo lo que ha ocurrido.
¿Pero es que el que llega como auxiliar o ayudante del nuevo “caudillo” (democráticos o no, todos en su fuero interno se consideran caudillos y además dictadores y la prueba la tenemos en los partidos y su funcionamiento interno, que es una férrea y controlada dictadura)... se conforma con lo que él personalmente puede acaparar... ¡No qué va! Este, o esta (aquí si que existe una igualdad incuestionable en ambos sexos) tratará de colocar a su cónyuge, padre, madre, hermano, hermana, querida o querido (hoy se dice “amigos”) sobrinos, nietos y demás parientes, amén de todos los que de la cuerda política y que al tal, han ayudado... pedirán su parte de botín y a los que habrá que complacer, a costa del dinero público siempre.
Y como el sistema que nos ha arruinado, se estableció dónde “enemigos políticos nunca existieron”; al final... “el botín ha dado para todos”; pues todos los dedicados profesionalmente a la política y desde una escala, que pudiéramos situar del uno al diez... “desde el seis en adelante, todos se enchufan al dinero público ganen o no ganen las elecciones”, puesto que con el perverso sistema de “reparto”, que con toda premeditación estudiaron y han aplicado... al final todos quedan “colocados y bien colocados” (algunos a la salida (aparente) de la política, ya tienen preparados puestos en grandes empresas, a las que en su etapa de mando beneficiaron, vete a saber cuanto)... tras ello, se montará el teatro que ya estamos hastiados de ver y padecer, donde unos, “le dicen pringue de zorra”, a otros o viceversa, pero al final son voces y gritos de cara a la galería, para que los sigan votando, puesto que sin los votos suficientes... “el negocio se quiebra y hasta ahí podíamos llegar”.
Por ello el bochornoso hecho de “los chaqueteros” y los cambios de partido... la ideología (que nunca existió) es lo de menos, lo que interesa es seguir chupando del dinero público y para ello, se da... “el viva Cartagena”, a quién sea y como sea. “Los credos y las ideas, son para explotarlas en beneficio propio”, suponiendo que muchos de ellos o en mayoría, tuviesen credo o ideas algunas, diferentes a lo que ya he dicho sobre “panza y bolsillo”.
Y así se ha ido conformando una plaga ya insoportable, pero que permanece incólume, aun cuando el país (o lo que esto sea ya) esté en la situación de quiebra (¿fraudulenta?) a que lo han llevado, los que ahora no quieren responder de sus hechos, que ante el más lerdo, son delictivos y de primera magnitud.
¿Futuro?... negro negrísimo y que muchos no vamos a ver otra cosa que esa negrura... “cuya limpieza, si es que llega, tardará ya ni se sabe”.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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