La vida, el alma, la lucha, el agua, la inteligencia Mucho titular para “abarcarlo” en un solo artículo; pero lo intento. La música es para el alma, lo que el agua es para el cuerpo; considero que sin “ambas” la vida no existiría. La vida es lucha… per

La vida, el alma, la lucha, el agua, la inteligencia

Mucho titular para “abarcarlo” en un solo artículo; pero lo intento.

La música es para el alma, lo que el agua es para el cuerpo; considero que sin “ambas” la vida no existiría. La vida es lucha… pero no armada; por tanto esa lucha hay que basarla en la inteligencia y en la palabra; “armas que poseemos desde que tuvimos rabo y habitamos en los árboles primigenios”; y que son las que nos han servido para progresar “en la vida”; y son las que nos seguirán siendo imprescindibles para llegar a un verdadero progreso, del que aún estamos muy lejanos. El hombre vive “creyendo en algo”, si no es así, “está muerto en vida”.

Ello nos lo confirman “las grandes figuras humanas”, de que nos habla la Historia; y de infinidad de ellas, que sumidas en el anonimato, fueron y siguen siendo, todos los ingredientes que han conformado las civilizaciones de que tenemos noticias; y de “posiblemente otras muchas”, que o nos las van descubriendo los arqueólogos; o son tan lejanas, que ya la propia Tierra, se las tragó e hizo desaparecer en sus entrañas; puesto que verdad inmutable es, que… “Todo lo que nace en el Universo, nace para morir; o como mucho, irse renovando por ley que no conocemos”.

Por todo ello, “esa grandes figuras que arriba nombro”; ninguna de ellas predicó o enseñó con otra cosa que “su pensamiento y su palabra”; la mayoría ni siquiera escribieron; fueron sus discípulos los que inteligentemente, supieron valorar sus mensajes y los plasmaron en escritura, para que continuaran difundiéndose; pese a todo aún con “esas armas”; no ha sido suficiente y al “mono humano”; sigue siendo más de lo primero que de lo segundo; y por ello, aquí lo que sigue imperando, es la ley del más fuerte y contra toda lógica y razonamiento, es la violencia la que sigue dominando este pobre planeta o mundo; el que por ello no ha encontrado aún, el sistema político o de gobierno que equilibre una convivencia con “el equilibrio y la justicia”, que sin embargo y según “aquellas grandes figuras”; tiene que llegar y con ella, la perfección humana, tanto carnal como espiritual; confirmando con ello, “la gloria o gloria que las religiones han preconizado, nos llegará”, a ese ser ya superior que la iglesia cristiana significa con la figura de los arcángeles y que estimo es, la siguiente inmediata o posterior a la Divinidad o Ser que significa la palabra Dios y que curiosamente, todas las tribus humanas, lo encontraron y definieron cada cual como supo o pudo, cuando ya y después de dejar de ser “cuadrumano”, se pudo poner en pie, miró al cielo, luego al Sol… Y tuvo que bajar la vista por miedo a quedarse ciego; “y es cuando supongo que sus primeras neuronas inteligentes, intuyeron que había, “Una fuerza superior a todas” y a la que debía el ser y la vida; todo lo demás es la historia que nos han contado y que por ello la sabemos; aunque y como ya afirmó Sócrates con su lapidaria frase… “Yo sólo sé que no sé nada”.

Y así andamos… “Como pobre ciego, andando sin garrota, sin lazarillo, e incluso sin perro que nos guie; salvo esa inteligencia que nos anima, a seguir en esos lemas; que nos dice, el propio yo interior, el que nos dicen esas figuras antes mentadas; y que más o menos, son los lemas siguientes: “Piensa, trabaja, camina, sé útil a la sociedad, allí donde vivas; y no hagas a nadie, ni a nada vivo, nada que tú no quieras que a ti te hagan… sea persona como tú, animal que no te ataque, planta, o incluso, la tierra que pisas, el agua que te es imprescindible para vivir, e incluso el aire que respiras; y al que hoy los políticos, al fin y al menos, hablan de ello, con el genérico nombre de la polución… de momento tienen en el total olvido, la otra peor polución que es consecuencia de todo lo demás; y que en nuestro riquísimo idioma español, se denomina y define, de diferentes formas o nombres, todos contundentes: CORRUPCIÓN, DEGENERACIÓN Y TIRANÍA; que de cualquier forma que inteligentemente, analicemos, siguen siendo las verdaderas plagas y pandemias, que padecemos el denominado, “mono humano”; que de “sapiens” tiene aún muy poco; y es por todo ello la anquilosación a que se llega, en los tiempos actuales; y los que en realidad, los que dicen gobernar, no saben “ni una papa”, de cómo salir de ellos. AMÉN.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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