Pese a que intuía su exclusión, el Pupi no encuentra razones para no
estar en Sudáfrica; "Cuando todo se puso en duda, me tocó salir a mí",
dijo y aclaró que ningún título con Inter sirve para compensar esta
desilusión


Por Cristian Grosso De la Redacción de LA NACION
El defensor no recibió llamados de Maradona para
conocer los motivos de su exclusión | Archivo

Javier Zanetti rompe el silencio y muestra que no es necesario enojarse
ni ofender para sentar una crítica posición. El 15 de mayo de 2006 sonó
el teléfono en su casa de la ciudad de Moltrasio, próxima al lago de
Como, en la Lombardía italiana, bien cerca de la frontera con Suiza. Era
José Pekerman, que le comunicaba que no iba a jugar el Mundial de
Alemania. Ahora tampoco tendrá lugar en Sudáfrica, pero ni siquiera hubo
una llamada de Diego Maradona. A los 36 años y después de 136 partidos
en la selección, de las palabras del defensor de Inter no brota rencor,
pero sí una amarga resignación.

-¿Te va a doler más perderte Sudáfrica 2010 que
Alemania 2006?
-Esta no me duele más que aquélla porque acá yo ya sabía que tenía que
jugármela, que no tenía nada garantizado, que no estaba bien afirmado.
Desde siempre supe que me iba a costar?, desde que agarró Coco podría
decir. Después, con Maradona tampoco sabía muy bien qué iba a pasar
conmigo, pero volví y jugué mucho con Maradona, pero ya veía que iba a
ser difícil. Y cuando ya no fui convocado después de los partidos con
Brasil y Paraguay, ahí me terminé de convencer de que iba a ser mucho
más cuesta arriba para mí.

-¿Por qué decís que con Maradona iba a ser
difícil?
-Las cosas no estaban claras... Los momentos de la selección fueron
difíciles para todos, por los resultados y los rendimientos. En las
eliminatorias la marcha era con muchos altibajos. El fútbol tiene
momentos, y después de Brasil y Paraguay todo se puso en duda. Y me toco
salir a mí. Por eso hace tiempo me sentía fuera de la selección.

-¿Maradona te explicó algo en ese momento?
-No, nada.

-Y con el tiempo, ¿qué razones encontraste para tu
salida?
-No las encuentro. Aquél era un momento difícil después de haber perdido
con Brasil y Paraguay, tal vez haya pensado que si cambiaba algunos
nombres se podía dar vuelta la situación? Lo tomo por ahí, no me puse a
pensar en nada raro... Cuando ya no estuve con Perú y Uruguay... Sabía
que iba a ser difícil y el tiempo me dio la razón

-¿No hablaste más con Maradona?
-No. Cuando estuve en Buenos Aires para las Fiestas, a fin de año, lo
estuve tratando de ubicar, pero no pudo ser. Me hicieron llegar que se
iba a dar una vuelta por Europa y ahí íbamos a conversar, pero tampoco
se pudo dar. Pasó el tiempo y nunca hablamos. Pero ya está..., se dio
así.

-¿Ya no esperás una llamada?
-No. ¿Para qué? ¿No dijo hace unos días que no iba a llamar a los que
nos quedamos afuera porque no lo íbamos a entender?

"Zanetti es un señor, que tira para adelante y
puede seguir jugando", dijo Maradona el día después de
su debut como DT ante Escocia. ¿Qué pasó?
-Me lo he preguntado mil veces... De algo no tengo dudas: no se debió a
algo que haya dependido de mí. Yo siempre fui el mismo. Cuando ganamos y
cuando perdimos, Zanetti siempre fue el mismo. Siempre acepté las
críticas de todos y respeté a todos por igual. Desde el señor que está
en el portón del predio de Ezeiza... ¡a todos! Nadie puede decir lo
contrario. Yo siempre fui el mismo.

-Te sentiste manoseado cuando un día se decía que
estabas en la lista y al día siguiente que ya no estabas?
-Un partido más o menos no puede cambiar la opinión de alguien. Cuanto
más se hablaba sobre que estaba en la lista, más me convencía de que no
iba a Sudáfrica.

-Tu exclusión de la lista despertó una sensación
de injusticia casi unánime, ¿es al menos un paliativo para vos?
-No es que me reconforte especialmente por estas horas, ya que ese
cariño de la gente lo he disfrutado durante mis 15 años de selección.
Nunca me crucé con una persona que me dijera "andate", y eso que sé que
he sido discutido más de una vez. Es cierto que ante esta situación la
gente y la crítica se han volcado especialmente en favor mío y no
entienden muy bien mi ausencia del Mundial. Debo haber hecho las cosas
bien para recoger tanto afecto y respeto ¿no?, porque 15 años en la
selección no te los regala nadie.

-¿Este es tu final en la selección?
-...Soy realista. Pasan los años y se acortan los plazos. La selección
siempre será parte de mi vida. Lo fue con 20 años y lo será cuando tenga
50. Siempre se tratará de una distinción. Pero de ahora en adelante
será mucho más complicado pertenecer, aunque en el fútbol nunca se
sabe... Cuando empezaba, Passarella me dijo que el jugador de selección
siempre tenía que estar preparado para tres cosas: para jugar y
brindarse, para ir al banco e igualmente ser útil desde ahí, y para
estar en la tribuna y también sumar. Bueno, hoy me toca estar en la
tribuna.

-Fuiste el capitán del ciclo Basile hasta su
renuncia. ¿Hubo conspiración como denunció el hijo de Coco?
-Si existió, no me di cuenta. Siempre trabajé para que las cosas
salieran bien y si algo de esto sucedió es muy grave. Si me hubiese dado
cuenta, podría haber intervenido. En la cancha no se ven cosas que
otro, desde afuera, puede notar. Yo, desde adentro, nunca noté nada
extraño.

-¿Cómo es el grupo de la selección?
-Es un grupo con muy diferentes personalidades, con edades diferentes y
con experiencias diferentes, desde los que suman varios partidos hasta
muchos que nunca jugaron un Mundial. Ojalá aprovechen este tiempo juntos
para encontrar fuerzas y una idea que los lleve a ser protagonistas y a
pelear por el título en Sudáfrica.

-¿Por qué la Argentina podría ser campeona del
mundo?
-Si los jugadores se enfocan en el objetivo, pueden estar entre los
cuatro primeros del Mundial.

La lista de 23
Fuentes cercanas al cuerpo técnico confiaron que ya no es tan seguro que
Ariel Garcé sea uno de los siete jugadores que mañana quedarán al
margen de la lista de 23. El traslado del plantel a Sudáfrica sigue
siendo un dolor de cabeza y no hay certezas sobre la partida.