Una colección que reproduce con miniaturas los trajes y vestidos de fiesta más emblemáticos que usó Evita, el inconfundible (para los argentinos) logo del Bicentenario y una foto gigante de una tribuna alentando a la selección de fútbol representan al país en la Expo Shangai 2010, cuya temática es "Una ciudad mejor, una vida mejor". Esa fue la apuesta del Gobierno de Cristina Kirchner para mostrar a la Argentina en Expo Shangai 2010.

Esta mega muestra ubicada en la ciudad más cosmopolita de China, que acaba de convertirse en la segunda economía del mundo de manera indirecta, tiene como consigna varios temas: cómo se las arreglarán las principales ciudades del mundo en el futuro para afrontar por ejemplo el crecimiento demográfico, abastecer energéticamente a esas personas y contaminar el medio ambiente lo menos posible.

Por ejemplo, en este contexto el pabellón de Brasil emula a la conservación del Amazonas como política de Estado, el de China incentiva el abastecimiento de energía solar para los hogares residenciales y promueve un mayor uso aún de la bicicleta para trasladarse en el futuro; el del Reino Unido a través del British Council, realizó un simposio sobre Cambio Climático para periodistas especializados de diferentes partes del mundo, donde Clarín fue el único medio argentino invitado y en el que participaron sólo dos medios de toda América Latina.

En el caso del pabellón argentino la problemática urbana, el cambio climático y las energías renovables quedaron totalmente fuera de agenda y una mirada demasiado localista primó en la representación nacional dentro de un predio por el que pasarán 70 millones de personas durante 184 días y en donde se invirtieron en total 4.180 millones de dólares.

El pabellón incluye una proyección en 3D que recuerda a las más destacadas personalidades argentinas, por citar sólo algunas, como Carlos Monzón o Julio Cortázar.

Los nombres de todos, en cualquier caso, están escritos sólo en español, una lengua lejana para los caracteres del mandarín que dominan todas las indicaciones que hay dentro de la Expo 2010, aunque claro están también traducidas al inglés. Para reforzar la visión localista, los pocos argentinos que tengan la oportunidad de llegar hasta el pabellón de Shangai obtendrán, sin cargo, un sellado en el pasaporte que reza "año del bicentenario".

Para recorrer la exposición están a disposición de los visitantes cinco líneas de colectivos y dos barcos que el río que la divide en dos. Los que llegan hasta el pabellón argentino se van confundidos con los objetos que se exponen allí y que nada tienen que ver con la consigna de Shangai 2010.

El pabellón que diseñó el Gobierno de Cristina Kirchner demandó una inversión presupuestaria de 5 millones de dólares y desde antes de empezar arrancó con polémicas. La Argentina fue uno de los últimos países latinoamericanos en inscribirse por lo que la construcción de pabellón se demoró y finalmente quedó en manos de arquitectos chinos en vez de apostar por los nacionales.

Esta situación irregular generó un pedido de informes por parte de la Coalición Cívica a Aníbal Fernández. Originalmente las gestiones por este pabellón estuvieron bajo la órbita de la Cancillería (aún en manos del anterior ministro Jorge Taiana) desde donde se había defendido que el Gobierno no extendiera la participación en esta mega muestra a empresarios nacionales.

Con la participación en la Expo Shangai, la Argentina parece haber sumado un nuevo papelón en la manera en que se muestra al mundo con estas "pequeñas cosas". También este año -aunque en la feria del libro de Frankfurt- el ahora ex DT de la selección de fútbol Diego Maradona había sido elegido como la máxima figura cultural del país. Y en Chile a fines del año pasado durante la Feria Internacional del Libro de Santiago el embajador Ginés González García protagonizó una pelea pública con el escritor argentino Federico Andahazi.

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¿Sería demasiado decir que seguimos pasando vergüenza con la ineptitud e ignorancia de nuestras distinguidas autoridades?
Un grupo de chicos de cualquier escuela primaria lo habría hecho mejor.