En la década del 60, Pichuco actuaban todos los jueves en canal 11. El cantor era Tito Reyes y el locutor, Horacio Aiello.
Lo cierto es que un jueves, el Gordo pegó el faltazo. La orquesta tocó sin él, situación que causó malestar entre las autoridades del Canal, que opinaban que no se podía tolerar esta ausencia sin aviso, y evaluaban la posibilidad de rescindirle el contrato.

Aiello transmitió esa inquietud a un amigo mío, muy amigo del Gordo, para que se lo comentara y así Pichuco pudiera hablar en el canal para justificar su ausencia. Recuerdo que acompañé a mi amigo a la casa de Pichuco, donde nos atendió su esposa Zita.

Cuando mi amigo le hizo conocer el motivo de nuestra visita, la mujer nos contestó con una pregunta: "¿Quien jugó el clásico de fútbol el domingo pasado?". Algo confundido, mi amigo le respondió: "Boca y River".(Había ganado River).
Zita, justificando a su querdio esposo, nos dijo: "Ustedes saben que Pichuco tiene 3 amores: su vieja, el tango y su glorioso River. El domingo pasado, a las 10 de la mañana, vinieron sus amigos a buscarlo para ir a la cancha, y todavía no volvió."

Travesuras de un ser querible, que cuando tenía esas alegrías que nos depara la vida, las disfrutaba.

Por supuesto, en el canal las cosas no llegaron a mayores, y su fueye nos siguíó deleitando semana tras semana con su incomparable fraseo de bandoneón cadenero.