Aunque sigue activo y en los últimos meses se mostró varias veces en público, el ex presidente cubano Fidel Castro admitió que “no está en condiciones” de ejercer la jefatura del Partido Comunista y que al enfermarse, en 2006, delegó sus atribuciones. Fue un comentario casi al pasar en un encuentro con jóvenes, pero generó perplejidad y una serie de especulaciones en los medios internacionales sobre una posible renuncia del histórico jefe revolucionario a su último cargo de liderazgo.

En un acto con estudiantes en la Universidad de La Habana el miércoles, retransmitido ayer por TV, Fidel habló de una serie de temas de política interna y mundial. Y, ante una pregunta de un joven, el ex mandatario aclaró que no asistió al encuentro en calidad de primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC).

“Yo me enfermé e hice lo que debía hacer: delegué mis atribuciones.

No puedo hacer algo que no estoy en condiciones de dedicarle todo el tiempo. Si yo mismo no sabía si iba a salir de aquello”, confió, en referencia a la compleja cirugía intestinal a la que fue sometido en julio de 2006 y que lo mantuvo, según él mismo confesó hace pocos meses, al borde la muerte.

Sus palabras generaron confusión. Es que Castro, de 84 años, transfirió el poder a su hermano Raúl en forma provisoria en julio de 2006, y en febrero de 2008 renunció a la presidencia. Pero retuvo el influyente puesto de primer secretario del PCC, el único legal en Cuba. Y hasta ahora, no se sabía que hubiera renunciado.

“ Yo solo soy un soldado de las ideas, como escribí por ahí. No vacilé ni un segundo al deponer mis cargos ”, agregó el líder de la Revolución de 1959.

Los funcionarios cubanos no hicieron comentarios sobre el tema. Pero una fuente oficial afirmó que Fidel “no está trabajando como primer secretario” .

Mientras el gobierno de Cuba se prepara para el VI Congreso del PCC, en abril –el primero desde 1997–, donde se debatirá una serie de reformas económicas, Fidel reconoció ante los estudiantes que está “contento” porque “el país está marchando, a pesar de todos los desafíos”.

Con camisa a cuadros y campera blanca, rescató un discurso que pronunció en noviembre de 2005 en la misma universidad, donde dijo que la revolución podía destruirse por culpa de los propios cubanos y habló de medidas para crear una “nueva sociedad” más justa y con menos desequilibrios.

Cinco años después “la actualidad de las ideas expuestas son más actuales que entonces”, afirmó.

El país discute en estos días las reformas económicas propuestas por Raúl Castro y apoyadas por Fidel, que comprenden el despido de unos 500.000 empleados estatales, el recorte de subsidios y el aumento de la iniciativa privada, entre otros puntos. “Estamos envueltos en una batalla contra vicios, contra desvíos de recursos, contra robo”, dijo el ex mandatario.

Fiel a sus palabras de 2005, recordó ideas como aplicar “el máximo de racionalidad en el salario, los precios, las jubilaciones y las pensiones”, el “cero derroche” y mantener subsidios y gratuidades “solo en cosas esenciales”.

En este marco, el diario oficial Granma señaló el miércoles en un editorial que el programa de reformas “nos está pidiendo a gritos un cambio de mentalidad a todos los niveles, desde los dirigentes políticos y cuadros administrativos hasta el pueblo trabajador”.

CLARIN