CAMBIO CLIMÁTICO O ARMA POLÍTICA

El mejor y más efectivo sistema de dominio ha sido siempre el terror, mediante la oportuna propaganda que propaga un miedo que se inculca en el cerebro de quién hay que dominar, sea un individuo o millones de estos. Hoy y con los inmensos medios con que cuenta quién gobierna “lo que sea”, resulta facilísimo crear e inculcar “los miedos o cocos que sean necesarios para dominar a las masas”. Las religiones son maestras en todo ello y con “sus infiernos divinos o humanos”, supieron dominar a sus creyentes por muchos siglos, hasta que minorías de estos pensaron por sí mismos y pudieron liberarse de tan absurdos miedos, pero que sirvieron para controlar territorios inmensos, imponiendo como complemento el terrible “cree o muere”.
Ahora mismo hay circulando “dos miedos que nos quieren imponer como terribles e inevitables”; uno es el terrorismo islámico y otro el del tan manido cambio climático. Del primero hablaré otro día, pero anticipando que un movimiento con un centro de poder ya establecido en ese nuevo e hipotético califato, del que según acabo de leer (La Razón 17-07-2015) sólo necesita en dinero contante y sonante, “la miserable cantidad de entre, “tres a diez millones de dólares mensuales” (9 millones de euros como máximo) es fácil deducir, que con una simple unión de los países más amenazados, con sus potentes armamentos, “barrer y hacer desaparecer el tal centro de terror, sería cuestión de días o semanas, pero no lo hacen”… ¿Por qué de ello, qué intereses hay tras toda esta pantalla terrorista, a la que los mismos atacados le hacen el favor de una propaganda impagable y que sólo beneficia al citado centro terrorista? Seguro pues, el que hay otros grandes intereses que necesitan esta nueva pantalla de miedo, para inculcarnos, “que nos pueden asesinar a nosotros mismos y en cualquier momento”.
Con el cambio climático ocurre algo parecido; están inculcando un miedo mundial sobre algo que nadie en este miserable planeta puede controlar, puesto que las fuerzas que mueven el Universo (y que no olvidemos constantemente están creando y destruyendo) no son controlables y nuestro planeta en sí mismo y como “un ser vivo” (así es considerado por la filosofía profunda) está como siempre estuvo, o sea en un continuo cambio y movimiento, que como sabemos puede producir catástrofes enormes y en cualquier lugar del mismo, puesto que “la corteza habitada, está siempre en movimiento, flotando sobre un magma incandescente, que la va trasformando o remodelando y destruyendo-construyendo, desde que se conformó como es el planeta”.
Que esto asuste, es de idiotas, puesto que estamos condenados a vivir tal y como “dispusieran los dioses” y nosotros no somos nada, pero nada en absoluto; la sabiduría está en saber lo que es incuestionable y que hay que aceptar por imperativo indiscutible.
Por otra parte simplemente y viéndolo desde la geografía de mi país (España) el verano pasado (2014) recuerdo que fue un verano apacible, sin temperaturas extremamente altas y sin embargo éste verano, está resultando todo lo contrario, vientos que nos vienen del Sáhara, han convertido en un infierno los mismos lugares que sin embargo el año pasado, simplemente fueron una especie de primavera un poco calurosa… ¿Por qué ello… alguien me lo puede aclarar? Los que dicen “que saben” darán docenas de explicaciones, pero la verdad, “sólo la sabe el planeta o quién lo creara e igualmente el por qué y para qué se producen estos cambios y a tan corto plazo”; nosotros simplemente pensando un poco, sólo nos queda aceptar lo que venga y decir con los italianos, la lapidaria frase… “Lo que tenga que ser será”; y punto.
Repasando hechos concretos en la historia, encuentro que nada menos que en los siglos XVII y XVIII se congela de tal forma el río Támesis, que los londinenses pueden pasear tranquilamente sobre la placa de hielo que lo cubre y de lo que hay constancia visual, puesto que un pintor de la época (Abraham Hondius 1677) deja constancia de ello en alguno de los lienzos que pintó. Recordemos igualmente que en los hielos siberianos, aparecieron incluso Mamut enteros y congelados en el mismo; no hablemos de los fósiles que los eruditos datan en cientos de miles o millones de años y muchos de los cuales, están hoy en los Himalaya, que son la cordillera “más joven del planeta”. Así es que hubo cambios climáticos innumerables e imprevisibles; y notemos que en todos ellos no había “automóviles, aviones, ni los productos que hoy quieren culpar del nuevo cambio climático que se avecina”, por tanto si viene un nuevo cambio, pues que venga y ya lo aguantará el que pueda y el que no, pues a morir, o sea lo de siempre.
Por mi parte trato de afianzarme en el consejo del sabio filósofo: “¿A qué te preocupas del ayer, si ya pasó y no volverá… a qué te preocupas del mañana… sabes si lo vas a vivir? Preocúpate sólo del hoy y lo que tengas que hacer, hazlo bien, para que esta noche cuando vayas a dormir, tu alma no te remuerda la conciencia por lo que así no hicieras… y no te preocupe nada más”.
Y a lo que se le puede añadir… “ríete de todos los mete miedos, puesto que han de vivir de ello, ya que no saben hacer otra cosa… pobrecitos”.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] (aquí mucho más) y [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]