Globalización o planificación de la nueva pobreza

Con “la cantinela del hambre en el mundo”; se han efectuado infinidad de acciones, pero ni ha desaparecido el hambre ni tampoco la pobreza; sin embargo han proliferado tanto las organizaciones “sin ánimo de lucro”, religiosas o laicas, que hay verdaderos ejércitos de empleados en las mismas, muchos de los cuales o la mayoría de ellos, cobrando salarios y manejando capitales, que vete a saber la cuantía de los mismos y el destino final de ellos; por lo tanto hay que pensar que en muchos casos, todos estos tinglados son “negocios” explotados por quienes “hacen lo que pueden” y entre esos menesteres uno de ellos es el vivir “del negocio”.
Yo recuerdo cuando de niño y hace de esto ya setenta años; que proliferaban las campañas para “los chinitos” y en ciertas épocas del año, abundaban aquellas huchas de cerámica, representando caricaturas de negros, cobrizos, amarillos y aceitunados; para los que se pedía dinero para “salvarlos”. Hoy y por ejemplo los chinos y gracias al ateísmo comunista (transformado en un más perfecto capitalismo) tienen dinero para enterrar al resto del capital circulante; sin embargo es en la propia China, donde existe pobreza, subdesarrollo y junto a estas ancestrales lacras, los capitalistas más fabulosos, los más fabulosos rascacielos y superado en tiempo y forma, todos los “adelantos” que el capital “capitalista”, realizó en el “rico Occidente”; al menos los adelantos materiales y que van desde esas gigantescas obras públicas (Presa de “las tres gargantas”, ferrocarril al Tíbet y la más ostentosa de las ferias internacionales, entre otras… aunque también su capital sea hoy la más contaminada de las de todo el mundo) hasta el mayor ejército del mundo, equipado con modernísimas armas, como para disuadir a cualquier otro “terrestre” que quiera pisar China, sin ser invitado a ello; o sea que seguimos viviendo en “un mundo loco y como se decía cuando yo niño… donde cada cual saca sus cuernos por donde puede”.
Sobre el ya anquilosado tema de la pobreza, falta de empleo y la sobra de invasores inmigrados, días atrás y “buceando” en la prensa, encuentro el texto siguiente:
“En gran parte del siglo XIX, en efecto, el mundo fue así. Lo malo es que en el XXI vuelve a ser así. Y vuelve a ser así porque los movimientos migratorios desde el mundo en desarrollo con rumbo a Occidente hacen que, de hecho, se reproduzcan, casi calcadas, aquellas mismas condiciones típicas de la Inglaterra de Dickens: una sobreabundancia permanente de oferta de trabajo que hunde, también de forma permanente, los ingresos salariales de la población laboral menos cualificada. A esos efectos, el siglo XX, ahora empezamos a descubrirlo con pesar, únicamente supuso un paréntesis, apenas eso. Y como muestra un botón que tomo prestado de Miquel Puig en su último libro, el ya imprescindible La gran estafa: según datos oficiales de la Seguridad Social, entre 2001 y 2013 la totalidad de los puestos de trabajo creados por el sector turístico y el del servicio doméstico en España fueron ocupados por extranjeros. Y la totalidad, sí, significa todos. ¿A qué extrañarse de que en muchos hoteles de cinco estrellas de Barcelona una limpiadora cobre en torno a tres euros la hora por hacer las camas? El dato es real: tres euros por hora. ¿Y cómo demonios piensa financiar Podemos los servicios básicos del Estado del Bienestar con los impuestos de unos contribuyentes que ganan tres euros por hora? ¿Alguien conoce la respuesta?
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Puestos a pensar estos fenómenos, pueden surgir preguntas así… ¿Es que los dueños del mundo, que no son otros que los que manejan “el gran capital internacional”, han programado ya la extensión de la pobreza, por cuanto así ellos cada vez serán más ricos y dispondrán de muchos más “esclavos” para realizar las labores que tengan ya previstas para la gran plebe a seguir explotando? Pues lo que no falla y sigue en una continuidad ininterrumpida, es que aumentan los dos extremos; por un lado cada vez hay más pobres y desvalidos; en el extremo opuesto los ricos cada vez aumentan más y sus capitales también? ¿Qué explicación tiene todo ello y a qué fin va encaminado? ¿Qué desaparezcan las clases medias, que hasta aquí han sido el motor del verdadero progreso del proletariado y los verdaderos creadores de riqueza distribuible? Este es un hecho constatado y por cuanto cada vez hay menos clase media… ¿sobramos también? A la vista está que hoy esa clase la suple “la clase política”, que aparte de estar a su propio servicio, solo se ocupa de “los grandes”, el resto no les importamos en absoluto.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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