AL PLENO DE MI CIUDAD Y A MILES MÁS DE ESPAÑA

A mi ciudad (Jaén) que está en quiebra monetaria y es de las más endeudadas de toda la nación; le ocurre lo que al resto del país en su conjunto; o sea, que ha sido mangoneada (que no gobernada) por malos y peores administradores del dinero público y han terminado por llevarla a un callejón sin salida, puesto que ya recaudan incluso menos (por las evidencias) de lo necesario para pagar la absurda y abultada plantilla de “enchufados” que unos y otros han metido por “el derecho de mis cojones” (así lo dijo públicamente un concejal), los intereses de los ya excesivos préstamos bancarios, que se los conceden por cuanto hipotecan los recursos a recaudar, que los bancos mejor que nadie saben la realidad de los mismos.
Consecuencias de todo ello, es que ya no hay dinero para casi nada más; y ello se nota por el estado de malos servicios o nulos algunos de ellos, que sufrimos los por otra parte ya saqueados habitantes del distrito, los que nos hacen pagar impuestos confiscatorios; que ya empiezan a hacer mella en la economía global y de ahí el masivo cierre de establecimientos comerciales y huida de habitantes hacia otras latitudes, por cuanto aquí, la miseria avanza a pasos agigantados.
Los políticos ya “acomodados”, los más listos emprenden la escalada hacia los parlamentos regionales o nacionales (caso del anterior alcalde) puesto que esas eran sus miras principales y sin escrúpulos de ninguna clase, dejan “el barco que prometieron defender” y marchan a los nuevos destinos, donde ganarán más y además si hay suerte y padrino, podrán seguir escalando; puesto que esa es la política en general, ¿servir al pueblo?... Tururúrúúúúúúúúú.
El problema queda aquí y los que debieran solucionarlo o poner medios y vías para esa solución, se empecinan en las “discusiones bizantinas o en él y tú más” y así van pasando los meses y los años, sin que ocurra otra cosa, que el que la deuda contraída crezca y crezca hasta que llegue a un punto de colapso total; el que tardará ni sabemos, puesto que los irresponsables como cobran del primer dinero líquido que entra en la caja “pública”, no sufren inquietudes ningunas puesto que ellos en cobrar son los primeros… así es que como decía aquel viejo monje… “vengan días y vengan ollas y caiga quién que caiga”.
Aquí donde vivo, hasta hemos sufrido la ignominia de tener que soportar a tres “traidores”, que apoyan al grupo que hoy gobierna, por cuanto era minoría y necesitaba esos tres votos para seguir mangoneando; y se entregan “previo pago de su importe”, sin tener en cuenta que los que los votaron no los votaron a ellos, sino al partido que representaban, el que por esta venta, se queda sin representación municipal y los votantes sin representantes; o sea todo un desastre en este “potaje podrido que es hoy la política dicen que democrática, que se practica en España”.
Por lógica, al que tenemos la manía de pensar y deducir, no nos entra en el caletre, este estado de cosas, puesto que como mínimo ya hace tiempo que el equipo que gobernase, debió plantearse un balance real y crudo de situación actual y porvenir para solucionarlo y sin subir ni un céntimo más de los ya confiscatorios impuestos que nos han cargado; pero de eso nadie habla en “el pleno o los plenos”, todos callan y a cobrar cada mes como si de verdad marcharan las cosas con cierta normalidad.
¿Cuándo pues ese paso a dar para saber de verdad hacia dónde caminamos? Pues hay que saber con claridad y hasta el céntimo lo que se debe, lo que se recauda, el cómo se piensa ir aligerando la deuda; cómo adelgazar las absurdas plantillas que mantenemos, saber los parásitos a eliminar y en definitiva, hacer un plan real y viable de aligeramiento de cargas ya insoportables por demás.
En esto también son de cierta complicidad, las denominadas asociaciones de vecinos, asociaciones profesionales, colegios oficiales y en fin, todos y cada uno de los complejos de múltiples asociaciones de damnificados, que simplemente callan y otorgan con sus silencios todos estos desastres que nunca debieron llegar a la situación de ruina en que nos tienen o nos han llevado.
Cuando un negocio va mal y la política es eso, un negocio comunal; lo primero que hay que hacer es un análisis máximo en profundidad para reducir gastos que se pueden eliminar, que en política son muchos, muchísimos.
Pese a todo ello, algunos insensatos aún pretenden solucionar ello cargando o subiendo los impuestos que pagamos o nuevos a crear; demencial todo ello pero esa es la realidad… “al menos la que yo veo o deduzco”.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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