Empleo productivo y empleo “parásito”

Esta es una verdad de “Perogrullo” pero los que nos han cargado hasta el cuello, con “empleos que no lo son o son parásitos”, no quieren verlo puesto que la demagogia y la mentira es la que nos tiene hundidos en España.
Si el dinero que se está malgastando en empleos innecesarios y para mantener nepotes o agregados de la cuerda política que sea; fuese empleado en trabajos productivos y creadores de verdadera riqueza, seguro estoy que “el incalculable tapón económico y social que sufre España, no existiría”; y ese tapón lo empleo como metáfora imaginando al que padece un estreñimiento extremo y que no cisca por nada del mundo; si no cura “el tapón”, terminará por explotar o morir de las consecuencias en cadena que irá sufriendo un organismo sin ese desahogo natural y necesario”.
Ese imaginario tapón en España, son los tres millones doscientos mil empleados públicos que nos obligan a mantener unos gobiernos inútiles y que como no contraen responsabilidades penadas por las leyes; hacen con el dinero público lo que mejor les viene en gana y “vengan días y vengan ollas”; el político que en general jamás ha sabido de los negocios y mucho menos de cómo hay que administrarlos, vive en “sus ansias y mentiras y actúa sin responsabilidad alguna” puesto que “el dinero público no es de nadie y según afirmó públicamente una ministra socialista aquí en España”.
"Estamos manejando dinero público, y el dinero público no es de nadie." (29 de mayo, 2004) lo dijo “tal como suena”, nada menos que una ministra socialista, cuyo nombre es Carmen Calvo Poyato. Y lo dijo en público “con luz y taquígrafos”; lo que demuestra que si esta “impolítica” (político es algo mucho más excelso si se entiende que… “la política es el arte de gobernar a los pueblos y gobernarlos con equidad y justicia”) lo dijo con tal aplomo y soltura, es que ello “es lo normal” en la mayoría de ambientes políticos, incluidos los consejos de ministros; donde todos juran al tomar posesión del cargo; el… “guardar silencio” de lo que allí se hable. Y si esto se dice y se hace “en las alturas”; lógico que en toda la enorme escala política y donde se maneja dinero público, cada cargo “meta mano” en donde puede y haga las barrabasadas de lo que sabemos por cuanto ha sido publicado en prensa… y al decir ello, recuerdo que un alcalde, creo recordar que una localidad sin mucho relieve, en Andalucía, ya fijó a una empleada municipal, un salario mensual inexplicable, creo recordar que equivalente a un millón de pesetas… “por méritos adquiridos y vete a saber por qué motivos más, el alcalde saquea los fondos municipales, legaliza un dispendio de tal envergadura”. Lógico pues, que una economía llevada de tal forma, terminara como ha terminado España; saqueada y arruinada para ni sabemos cuántas décadas venideras; puesto que ya, los “vaticinios políticos de recuperación no se los cree nadie”. (De un artículo mío de hace varios años)
Por todo ello hay que “reírse de declaraciones solemnes hechas por quienes no arriesgando nada preconizan así”: “Sindicatos marcan como línea roja no tocar el empleo – El alcalde garantiza el mantenimiento de la plantilla ” La empresa en este caso es uno de tantos entes públicos (ayuntamientos y demás organismos oficiales) que cargados hasta “el tapón de mi metáfora” y durante los últimos cuarenta años; ya no tienen dinero para nada; están en quiebra absoluta y pese a los impuestos agobiantes o confiscatorios con que han cargado al indefenso contribuyente, que como tal y en España, ni se puede defender ni lo defiende nadie, puesto que todos han ido a lo mismo; no al negocio del pueblo sino al suyo propio.
En cualquier negocio para que marche aceptablemente, se contrata lo que verdaderamente interesa a ese negocio (En política todos los departamentos son negocios y como prueba ya se distingue a los apartados de los mismos, como “negociado de”) y se elimina rápidamente lo que lastra el mismo y lo tapona para su normal marcha y posibles ampliaciones. O sea y más claro, que se contratan obreros cuando se necesitan y se despiden cuando ya no son necesarios y en ello “son maestros” los norteamericanos, que se tienen por el país más próspero y desarrollado de todo el mundo.
Y otra cosa muy importante, si la jornada laboral en España, son cuarenta horas semanales, ese horario debe serlo para todo trabajador, sea de la casa real o del cementerio público de cualquiera de los municipios españoles; y por descontado que para los políticos ha de ser mayor; pues para eso dicen dedicarse al “servicio público y por ello han de dar ejemplo de entrega al pueblo.”

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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