De peor a peor… el mundo va mal

Que vamos (o mejor dicho nos llevan) de mal en peor, no es nuevo para mí; lo detecté hace ya bastante tiempo y quienes siguen mis artículos lo han leído; además está mi Web, con más de tres mil artículos y se puede comprobar. Ahora quieren que sean aumentados todos los ejércitos, negocio seguro y cuantioso (aunque ruinoso para le mayoría de habitantes) para todo “el negocio de la guerra y la fabricación de todo el utillaje que la misma precisa”; pero la guerra no olvidemos nunca, que lo primero que hace es destruir cuando no arrasar allí donde se desarrolla. Veamos algunos indicios ya alarmantes.
“Peligro yihadista / Alemania se plantea recuperar la mili: ¿debería España hacer lo mismo?: Las guerras no se librarán en fronteras lejanas si no en estaciones de metro, supermercados o centros comerciales. Devaluado el papel de la OTAN, Alemania se plantea la mili obligatoria. ¿Y España? Un debate necesario mientras nuestros gobernantes imitan al avestruz [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Eso ha obligado a Berlín a replantear su política de Defensa. Es decir, a admitir que ahora la amenaza está dentro y no fuera de las propias fronteras. Si da el paso definitivo estaría marcando un precedente para el resto de países europeos. “Se acabó el ejército como se venía pensando en los últimos años con un número limitado de efectivos y en misiones humanitarias en el exterior”, señala a Actuall Óscar Elía, asesor del Ministerio de Defensa. El plan germano contempla no sólo la reactivación del servicio militar en circunstancias extraordinarias, sino el apoyo a las fuerzas de combate por parte de civiles en el caso de que Alemania, dentro de un operativo de la OTAN (que tiene en total 2.678.000 soldados entre los 27 países miembro), deba defender sus fronteras. Además la iniciativa incluye el apoyo ciudadano al Ejército en cuestiones logísticas. Dicho de otro modo: prepararse para situaciones de guerra casi en el jardín de casa”. Les dejo la dirección para que vean el resto.
El sistema de levas obligatorias es el más sencillo y económico para lograr “masas de combatientes a precios irrisorios”; pero para uniformarlos, dotarlos de armamento y oficialidad para el mando, se necesitan cantidades enormes; máxime que ahora y por aquello de la igualdad, habría que movilizar a las mujeres también; imaginen la cantidad de “generales a nombrar”, que en algunos países llegaron a ser tan abundantes “casi como la de los subalternos”; y que la ruina de la URSS mayor mente les vino por el excesivo aparato militar que tuvieron que sostener, frente a los astutos norteamericanos que les obligaron a ello, posiblemente para vencerlos mucho mejor.
La mili en España, en la que tuve que ir forzado (1960-1961) a mí lo único que me enseñó fue, lo limpio que me mantenían mi madre y mi abuela, las buenas económicas y sanas comidas que guisaban y lo duro que es estar sometido a un régimen militar en una plaza de soberanía (Melilla)… y poco más; por el contrario me hicieron perder los dieciocho meses mejores de mi vida y cuando empezaba a independizarme; aunque luego lo consiguiera con ímprobos esfuerzos tras recuperarme de los complejos adquiridos, de un sistema donde un soldado, apenas valía más que el uniforme y dotación de armamento y utillaje que necesitaba para ser un número más, del entonces “Ejército Español que entonces me pagaba 1,15 pesetas al día”.
No obstante reconozco que la mili era buena, para “todo hijo de papá y para todo vago o maleante”, que nunca conocieron fatigas y menos disciplina; que allí y “a toque de corneta”, eran obligados como todos. “a sudar la camiseta e incluso pelear con chinches y otros enemigos menores”; aunque en aquella mili, había más que suficientes subterfugios para no hacer nada e incluso darse la vida padre.
Por tanto un período de vida militar “dura” es bueno para hombres y mujeres, puesto que por la experiencia que van a vivir, aprenderán muchas cosas útiles, para aquellos que siempre han vivido entre algodones, caprichos y absurdos, que han sufrido de sus propios padre y madre, que nunca los supieron educar en lo que sigue siendo la realidad de la vida.
Por otra parte, ya los gobiernos van a encontrar una salida para tener ocupados a millones de jóvenes a los que no saben dar un trabajo mejor; y eso será algo para enseñarles algo y sobre todo para mantenerlos controlados y entretenidos; e incluso integrarlos si saben seguir los cursos necesarios, como empleados fijos en un ejército; cosa muy apetecible para todo aquel que sueña con la paga fija del dinero público.
¿Qué todo ello va a acabar con el terrorismo? Yo creo que no, puesto que “mientras más gatos más ratones” y salvo controles exhaustivos, esos ejércitos serán invadidos por células terroristas por cuanto al ser nativos, entrarán como unos más en la plantilla militar; o sea “algo dificilísimo de extirpar en el fanatismo inherente y del que estamos invadidos e infectados”. Pues todo lo acumulado, es simplemente decadencia, falta de formación y cultivo, de lo mejor del ser humano, que debe ir encaminado siempre a… “ser útil no sólo a él mismo sino a la sociedad en la que vive y la que lo mantuvo hasta que llegó la edad en que por sí sólo supo pensar”.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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