Leer o no leer embrutecerse o desarrollarse

Los que viven de la imagen, que son multitudes en este “falso mundo”; crearon una frase apropiada a sus intereses, y la que afirma que… “una imagen vale más que mil palabras”, lo que aparte de ser una mentira demostrable, es una terrible arma para desorientar y embrutecer al “espectador” y de lo que se encargan las televisiones, cine y todos los medios que viven de la imagen; puesto que la imagen y tal como se emplea de rapidez y truculencia, sólo manda el mensaje que interesa al que lo envía. Por el contrario la lectura obliga a ir mucho más despacio, obliga a pensar y a deducir y por tanto es siempre una esponja que asimilada al cerebro, lo amplía hasta grados inimaginables; de ahí que la lectura sea la base y la imagen simplemente un complemento que como máximo puede ayudar al pensamiento, que es el motor verdadero del progreso cerebral; puesto que hay que matizar añadiendo que el cerebro es la verdadera riqueza del ser humano, de ahí el que el cuido cerebral debiera ser el primer deber del gobierno y no digamos de los padres de “las criaturas”.
Los gobiernos y a la vista está por cómo marchan las sociedades actuales de embrutecidas; no les interesa el desarrollo cerebral de sus súbditos; sí reitero SÚBDITOS, puesto que mientras más brutos, atrasados, drogados, los conserven y mantengan, “mucho más fácil serán de gobernar”; el gobernante sólo quiere que le sigan borreguilmente y que no le pregunten, sobre todo preguntas que le obliguen a responder sobre asuntos que a ellos no les interesa responder, generalmente por cuanto en general y en mayoría todos están pringados en infinidad de “cosas obscuras, cuando no delictivas”; para entender ello no hay más que detenerse y echar una mirada a la actualidad y a gran parte del pasado mundial y en cualquier “campo humano”.
En España se dan los dos extremos; quienes leen mucho y quienes no leen un libro a lo largo de toda su vida; por otra parte yo estimo que es que a los niños en la escuela no se les enseña a leer amando a los libros como lo que representan en la vida del ser humano; los cargan desde niños con tantos deberes, que terminan por odiar al libro; es absurdo que un niño tenga que llevar “los kilos de papel impreso”, que les hacen llevar a la escuela cada día, aparte que los gobiernos cedieron la enseñanza a las autonomías y así, en la nación no hay una línea de enseñanza, sino “veinte” y cada cual organiza la suya según sus intereses políticos y el resultado es el desastre actual.
Las bibliotecas públicas tampoco se cuidan como debieran serlo como “templos de la sabiduría que deben ser” y así, los presupuestos con que las dotaran, cada año van en descenso y ya se invierten en libros, cantidades ridículas; pueden verlo en esta dirección [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] donde en uno de sus párrafos se afirma lo que sigue:
“El Informe La lectura en España aborda la situación del sistema bibliotecario español y pone de manifiesto que, tras dos décadas (de 1990 a 2010) en las que creció el número de bibliotecas y puntos de servicio, al llegar la crisis si bien el número de bibliotecas desciende poco en términos relativos, se reducen los horarios de apertura y se produce un envejecimiento de las colecciones. El gasto en adquisiciones baja de 1,50 euros a 56 céntimos por habitante del 2009 a 2014. Todo esto ha repercutido en el descenso de los préstamos (8.349.307 préstamos menos en 2014 que en 2010), a pesar del incremento del número de habitantes inscritos en las bibliotecas que pasa del 28,72% al 34,49, algo que también ocurre con el número de visitas por habitante y año. Según el Anuario de Estadísticas Culturales”
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Si se cuidaran como se deben los cerebros, alguna vez puede que se llegase a lo que ya pensaran los sabios chinos hace tres milenios y los que dejaron escrito lo que sigue: “Cuando cada ciudadano cuente como parte de la sociedad, y la sociedad pertenezca a todos por igual, los virtuosos y capaces serán elegidos para la acción pública. Los adultos dedicarán sus esfuerzos a las tareas usuales y la infancia será educada correctamente. Todos participarán en la responsabilidad social. Los recursos naturales serán utilizados para el bien común y no serán usurpados con fines egoístas. La gente procurará aplicar su habilidad en provecho público antes que en ganancias privadas. Será la Era del Gran Estado de Paz y Prosperidad”.
Pero pensar en que enseñanzas así, se impartan en todas las escuelas de la actualidad, es absurdo, los gobernantes están en “otras galaxias” y los maestros es que no existen y también que enseñanzas de este tipo es que no se las enseñaron nunca, por ello no han llegado a MAESTROS DE VERDAD. Prefieren la rutina y ni protestan.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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