Pensionistas y jubilados: La mayoría a pedir limosna

Recientemente en uno de mis artículos escribí el párrafo siguiente: “PENSIONISTAS Y JUBILADOS “VULGARES”: Y recalco lo de “vulgares” (la masa) por cuanto en esto también hay privilegios en clases seleccionadas y que son otro de los grandes abusos que aquí se practican. Pero observen el saqueo que vienen practicando en las pensiones; lo que llevará a infinidad de pensionistas a “tener que pedir limosna” en un futuro no muy lejano, si no se organizan en un partido político que de verdad presione en los presupuestos del Estado, para que lleguen fondos suficientes y por tanto dignos a quien sólo vive de una mísera pensión; pero de esto ya escribiré otro día”. Hoy completo lo que prometí.
No se necesita ser muy listo para no ver lo que está ocurriendo en España y posiblemente en muchos otros lugares de este corrompido mundo. Donde las clases dominantes y muy bien organizadas, explotan al resto ya de forma “criminal”; Y digo criminal, por cuanto es un crimen notorio la explotación que se hace al individuo indefenso, el que le hacen “cargar con todo” y apenas le dejan nada para poder vivir y sacar adelante a su prole; de ahí devienen todas las miserias que padece el mundo.
Ni el socialismo ni el comunismo, ni tampoco el capitalismo salvaje que se practica, lograron ni logran unos equilibrios necesarios, que sin llegar a esa “imposible igualdad que predicaron y predican, los que sólo aspiran a ser unos capitalistas salvajes iguales o peores a los que criticaron o critican”, sí que debieran haber encaminado sus fuerzas a lograr “unos equilibrios”, que paliaran las infinitas carencias que sin embargo existieron, siguen existiendo y lo que apunta es un empeoramiento de las mismas.
En este mundo ya sobra técnica para dotar de cuanto digo a toda la humanidad y sin embargo, sigue el fatídico movimiento, de que cada vez hay más “ricos-ricos” y cada vez hay más “pobres-pobres o desesperados”; y a la vista están las masas de desplazados que ya llegan a ser insoportables, sencillamente por cuanto crean muchos más problemas allí donde quieren ir, dejando atrás “enormes extensiones” de tierras que bien explotadas serían más que suficientes para retener allí a los que emigran a la desesperada por múltiples motivos que son notorios.
En el país donde nací y vivo, considerado de los ricos de este miserable planeta, pero mal administrado en demasía, las clases organizadas explotan los recursos y en beneficio propio sin acordarse de los demás. Los políticos, los considero “todos hunos” (por lo devastadores y en recuerdo a los que siguieron al célebre Atila) y sólo van al viejo y verídico axioma de “quítate tú que me ponga yo”.
Y como las tan cacareadas democracias, en realidad ya ni son siquiera dictaduras sino “tiranías bien establecidas”, tampoco solucionan problemas que por descontado ni lo intentan siquiera; de ahí y volviendo al tema central de hoy (los pensionistas y jubilados) o se organizan en muy fuertes partidos políticos exclusivamente al servicio de los cada vez más abundantes jubilados, o estos terminarán (ya lo están muchos de ellos, sobre todo las viudas) simplemente pidiendo limosna y muriendo miserablemente en rincones olvidados y como ya ocurre con demasiada frecuencia.
El jubilado o pensionista que de verdad ha llegado a ese estado trabajando en lo que ha podido o le han dejado, es al que le tenemos que agradecer todos y cada uno de los bienes nacionales que se han llegado a acumular (y que los políticos criminalmente han destruido o se han apropiado de ellos) y por tanto, tienen pleno derecho a beneficiarse de forma racional (nunca abusiva) del conjunto de ese tesoro nacional, que no se debe a ningún milagro, sino al esfuerzo y ahorro de las masas, las que hoy en mayoría quedan abandonadas como nunca se debió permitir.
Sólo tengo noticias de un país donde estos pensionistas y jubilados se han llegado a organizar y están en el parlamento nacional con un partido propio, esto ocurre en Israel; supongo que allí logran lo que fuera del mismo no lograrían jamás; puesto que en esta mier** de planeta, sigue imperando “la ley de la fuerza”; y como hoy la fuerza son los votos, si esta clase se sabe organizar, su fuerza será más que considerable; y no confíen en ningún partido político y menos en las igualmente desprestigiadas organizaciones sindicales, aquí en España reitero, es el voto… y el voto del jubilado o el que ya mismo lo será, son los más numerosos de toda la sociedad… ¿los aprovechamos o seguimos como los borregos, en espera de la esquila o del degüello?
Así es que no se quejen y menos se pongan a llorar, simplemente actúen. En este mundo nadie da nada salvo la propia madre… “y hasta éstas, algunas veces fallan”.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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