Crisis de religión

Aun cuando estamos en lo que se denomina “semana santa”, pero es dudoso el que la inmensa mayoría de celebrantes conozca y menos mediten en la realidad del contenido de la religión cristiana, cuyo principal código, se encuentra en el evangelio de San Mateo y en el Sermón del Monte, que este evangelista refleja en el mismo. En dicho texto se dice claramente lo que deber ser un cristiano; y en verdad ser ello, es cuasi imposible y más en los tiempos que corren donde lo material es lo que impera en grados inimaginables; por tanto, “las procesiones” y toda su parafernalia, no creo sean acordes con las enseñanzas de aquel “Cristo crucificado, el que nunca predicó el poder y las glorias mortales; que es lo que hoy impera en todas las manifestaciones del mundo mundial”. Eso sí, como espectáculo es algo maravilloso y que atrae y sorprende a cualquiera, que profundice en los costos del mismo y la parafernalia que conlleva todo su oro, lujo, u oropel, bastante lejanos de la sencillez y cruda realidad que “el Galileo” predicó en vida y dejó como legado cuasi imposible de cumplir, por los simples mortales, que como suelo decir en muchas ocasiones, nos pesan mucho más “la panza y el bolsillo, motivo de la mayoría de males que padecimos y padecemos al seguir siendo simplemente de carne y hueso”.
Por todo ello no me sorprende el artículo de José Francisco Serrano Oceja (ABC 18-03-2018) titulado “España necesita sacerdotes”, en el que afirma que, “ya hay unos mil curas de otros países trabajando por estos lares”. De monjas no dice nada, pero por cuanto se sabe, hace ya bastante tiempo que las que se renuevan en muchos conventos, son extranjeras y de lejanos países, puesto que las nativas españolas, tampoco están por la labor; llegándose a ir cerrándose conventos, que llegan a quedarse, “solos con sus muros, rejas y puertas”; por lo que deduzco que las cifras deben ser más que preocupantes.
Esto no es nuevo, puesto que en mi libro “España aquí y ahora” (1984 la 1ª y 1985 la 2ª y hace muchos años agotadas ambas ediciones) en el capítulo que con igual titular al de hoy, figura en las páginas 28 y siguientes; ya tocaba el tema con cierta amplitud y que por lo visto, de aquel entonces al hoy, ese problema se ha agravado, puesto que, en el artículo citado se dice que… “en 2014 la edad media del clero es de 65,5 años, y que en algunas diócesis está en 74 años”. Todo ello demuestra que el porvenir de la juventud, no le atraen “los caminos del cielo” y prefieren los más tangibles de la dura tierra con todos sus problemas.
Así pues, pasadas estas fechas, de “cristos ensangrentados, vírgenes lujosamente ataviadas, carros o tronos de deslumbrantes dorados y valiosísimos adornos, va a seguir la decadente realidad del “amaros los unos a los otros”, puesto que como dijo aquel “cura loco del chiste”; el camino que lleváis no es el que dijo el Maestro, puesto que lo que hacéis es “mamaros los unos a los otros” y ese, indudablemente no es el camino.
Pero el enigma sigue y si bien se entiende (yo así lo entiendo) que; “si hay Creación es porque hay Creador, pero como el Autor no habla y nosotros no lo entendemos, pues a ver quién es el sabio que nos mete en esa verdad que nadie conoce”.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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