¿Una nueva guerra mundial? Recuerdo aquellas películas que de chaval nos vendían los norteamericanos; los que nos “inundaron” de la poca historia que aún tienen, pero la que han sabido explotar propagandísticamente al máximo; y que como su famosos

¿Una nueva guerra mundial?

Recuerdo aquellas películas que de chaval nos vendían los norteamericanos; los que nos “inundaron” de la poca historia que aún tienen, pero la que han sabido explotar propagandísticamente al máximo; y que como su famosos refrescos de “cola”, se lo han hecho beber casi “viciosamente”, hasta a los inuit o esquimales, que naturalmente, “bastante refrescados viven y no necesitan refrescos cargados de azúcar”; pero es el efecto del “lavado de cerebro”, montado a base de propaganda masiva.

Pues bien en aquellas películas de “indios”; solían sonar, “los tambores de guerra”, que aquellos honrados nativos, los hacían sonar como preámbulo seguro, de que tras esos sonidos, irían ellos con sus armas, a defender sus tierras.

Hoy la propaganda masiva que emplean “los poderes de siempre”; nos anuncian una nueva guerra; y sobre todo, “las grandes tribus norteamericanas y ruso siberianas”; son las que nos tocan los tambores de guerra; por lo visto, están preparando una nueva guerra, dónde y como siempre, pagarán los que menos culpa tienen; o sea, la población civil, puesto que ya “soldados de uniforme mueren pocos” y jefes de estos y como siempre, “no morirá ninguno puesto que ellos permanecerán bien seguros en sus grandes palacios o incluso si llega el momento, encerrados como “pobres topos”, en sus muy seguros refugios atómicos; aunque si llegara ese caso de “guerra atómica”, morirían igual, dentro o fuera de sus seguros y costosísimos refugios, ya que el arrasamiento que se produciría, “no iba a dejar títere con cabeza”; ojalá si llegase esos momentos extremos, los primeros misiles, debían caer, en esos palacios o sedes que disfrutan y que les pagamos el contribuyente, para que fuesen sus ocupantes las primeras víctimas de tal desastre; “pero seguro que no caerá esa breva”.

Pero que por lo menos, sepan, el ya absoluto desprecio que sentimos por ellos, los que al menos pensamos un poquito, moviendo nuestro riquísimo “caletre”; que no entiende (o entiendo muy bien) estos movimientos ambiciosos, de lo que siempre se ambiciona en cualquier guerra; o sea, “robar a otros lo que ellos ambicionan y acrecentar su poder y su gloria”, sin pensar siquiera, que aún en esas “efervescentes victorias o guerras, y aún de muerte natural y física, van a morir ya mismo, y muertos los unos y los otros, pasado “un nada de tiempo”, serán olvidados previo los odios que les llegarán hasta después de muertos y aún en sus lujosas tumbas”; puesto, que… ¿Qué es el espacio de vida de cualquier mono humano en el transcurso del tiempo? ¡Nada, absolutamente nada! Pero ellos se creen grandes y poderosos, “y en esos venenos viven y además, creyéndose algo imprescindibles para el ser humano”; pobrecillos, me dan lástima, aparte del asco que me hacen sentir, pese a mi impotencia.

Debo decir, aunque ya lo he dicho de diferentes formas, en “mi ya larga historia de tratar de señalar, que no somos nada”; que yo existo, tristemente por la terrible desgracia de que en mi país (España) hubo una de tantas guerras civiles, la peor de todas, que fue, la que históricamente se señala, cómo de “1936 a 1939”; y digo ello porque la realidad de la misma, es mucho más larga, ya que tiene antecedentes terribles y posteriores, también bastante largos, puesto que el último, “ajusticiado” lo es nada menos que en 1963 (se llamó Julián Grimau).

Pero insisto, de no haber “estallado aquel infierno incivil”, yo no hubiese nacido; estoy seguro que sí, puesto que mi madre, no se hubiese casado con diecisiete años de edad, como tampoco Franco hubiese llegado a ser el dictador que fue, ya que como militar hubiese muerto de militar y nada más; pues nos han engañado, ya que aquel general, no fue de los que iniciaron el denominado “levantamiento militar”, si bien, después, se uniera a ellos, quizá, “viendo ya los ríos de sangre que recorrerían aquel país desgraciado de aquella época”; pero es claro que quién esto lea, dirá que esto son elucubraciones, pero la lógica así me lo dice y yo me lo creo; como igualmente me creo que de haber ganado “los otros”, tan terrible guerra; “las escabechinas que hicieron los de Franco, igual las hubieran hecho los de la fracasada república española; al fin y al cabo es la lógica, puesto que, “ambos bandos fueron paridos por similares nativas”; y ya lo demostraron durante la guerra, con las atrocidades que hicieron, en ambos bandos, y de lo que hoy muy pocos quieren hablar, “y por descontado, ninguno de los que hoy chupan y viven a lo grande, del dinero del contribuyente”; es más, nos quieren hacer ver, que “la guerra no la ganaron los que la ganaron, sino los otros”; gastándose enormes cantidades de dinero, en desenterrar y “clasificar” la imposibilidad de reunir los más de doscientos huesos que tiene un cadáver, para que los que reclaman esos huesos, puedan volver a enterrarlos en el lugar que quieren… “absurdo, terriblemente absurdo”, habiendo tanta miseria como ya abunda aquí y en la que no hay dinero para repararla, o encauzarla para lograr ello… “y esto lo dice (ojo) quien tiene a su propio padre en una de esas fosas comunes abiertas ya terminada la guerra… ¡Y que nadie me llame para remover los huesos de mi padre! Soy de los que ya hace mucho tiempo, que supe saber, que, “en las sepulturas ya no hay nada que beneficie a los muertos”; por tanto lo más sabio, es dejar sus restos, q.e.p.d. Amén

NOTA: Julián Grimau García (Madrid, España, 18 de febrero de 1911 - Madrid, 20 de abril de 1963) fue un político comunista español, condenado a muerte y ejecutado por la dictadura franquista, acusado ante el tribunal militar que lo juzgó en Consejo de guerra de supuestos crímenes cometidos en la retaguardia durante la Guerra Civil Española en su condición de miembro de los servicios policiales y como jefe de la Brigada de Investigación Criminal. La oposición a la dictadura, tanto en el interior como en el exterior, cuestionó la validez de las pruebas presentadas en el juicio y denunció las torturas a las que fue sometido durante su detención. (Wikipedia)

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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¿Una nueva guerra mundial? Recuerdo aquellas películas que de chaval nos vendían los norteamericanos; los que nos “inundaron” de la poca historia que aún tienen, pero la que han sabido explotar propagandísticamente al máximo; y que como su famosos

¿Una nueva guerra mundial? Recuerdo aquellas películas que de chaval nos vendían los norteamericanos; los que nos “inundaron” de la poca historia que aún tienen, pero la que han sabido explotar propagandísticamente al máximo; y que como su famosos

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