¿Quién de verdad conquistó América? Ha surgido un debate internacional, en el que yo y de los primeros, puse “mi granito de arena”; para dilucidar sobre la leyenda negra “colgada a España”; la falsedad de la misma y los verdaderos difamadores de ella, p

¿Quién de verdad conquistó América?

Ha surgido un debate internacional, en el que yo y de los primeros, puse “mi granito de arena”; para dilucidar sobre la leyenda negra “colgada a España”; la falsedad de la misma y los verdaderos difamadores de ella, para ocultar, “sus propios crímenes” en el nuevo continente, que descubre España, con dinero español y con la idea del que fracasado, “en otras monarquías” de la época (Cristóbal Colón); es escuchado en la española de Castilla; y es de la “nueva Castilla o Andalucía”, de dónde encuentra el “almirante”, barcos y sucesivas oleadas de aventureros andaluces, que son los que fueron; los que primero, introdujeron el nuevo idioma Español (ya estaba en circulación la gramática del también andaluz, Elio Antonio de Nebrija); idioma que ya no es el castellano de Castilla; y de ahí, el que el idioma imperante, en la mayor parte de aquellos inmensos territorios, por varios siglos sólo hispanos; se asemeja al actual español, que se habla en la meridional Andalucía; de dónde igualmente dejan allí, sus amplios saberes que incluyen incluso, “la doma y atuendos andaluces en lo que luego los americanos, nos quisieron vender como vaqueros del oeste norteamericano”; sin olvidar hasta los guisos andaluces que allí siguen elaborando, en millones de hogares hoy “americanos”; por tanto queda claro, que sí, que fue conquista hispana, pero mucho más importante fue, la colonización española, el traslado de una civilización y una lengua importante (hoy la segunda mundial) que les permitió un entendimiento continental, que no hubieran logrado nunca, con sus miles de lenguas o dialectos; lenguas o dialectos de los que si viven hoy muchos de ellos, fue por los “maestros o clérigos españoles”, que para “evangelizarlos”, se preocuparon de saber aquellos lenguajes, gramatizarlos y escribirlos, para que no se perdiesen; y es por lo que hoy, algunos de ellos; sean oficiales en algunas de las repúblicas nacidas después de que, “los españoles vinieron o fueron echados de allí”; es la historia de las verdaderas colonizaciones, puesto que así, se llegó al “español de España”; cuyas raíces son la colonización del Imperio de Roma.

¿Pero quién fueron los que mayor provecho sacaron de aquella inmensa colonización, los españoles? No y trataré de demostrarlo.

En general los más destacados españoles de aquellas “odiseas”; ya no fueron los andaluces, que pasaron a ser, “la mancha de aceite y que como tal se extendió por aquellos inmensos horizontes, implantando su cultura de “andar por casa”; fueron los extremeños; y los dos más destacados, fueron, Cortés y Pizarro; los que como guerreros conquistadores y aprovechando, “los ríos revueltos o luchas internas”; de los dos únicos imperios, autóctonos de aquellas Américas; el Azteca o el Inca; no quisieron “coronarse” como nuevos emperadores, que seguro pudieron hacerlo, sino que obedientes a las leyes de Castilla, se consideraron súbditos de sus reyes; y por tanto, entregaron tan fabulosas conquistas, a sus soberanos. Por tanto aquello se mantuvo, mientras España fue gobernada inteligentemente y centralizados todos sus dominios; luego vino lo que vino y el resultado fue lo que fue, “y lo que sigue siendo”; “un potaje inmenso donde lo político no brilla ni por asomo, a lo que debiera con arreglo a la extensión de las “tres Américas” y donde ondearon, “los pendones de Castilla”; hasta que, “los pendones nacionales llegaron a la decadencia a que llegaron; y los buitres ingleses, franceses, holandeses y otros, se merendaron cómodamente aquel inmenso imperio español; que lo fue, por el ímpetu de innumerables españoles de a pie, más que por sus inútiles reyes, que cómodamente en sus palacios, se limitaron a “verlas venir” y a ir derrochando o malgastando, los inmensos envíos de oro y plata, que llegaban a España; pero que aquí no se quedaban, yendo a parar a manos de prestamistas y a beneficiar otros intereses, que desde luego no fueron los del siempre abandonado pueblo español, que quedó en la miseria e incultura, que lo sumiría en las inmensas penurias, que nos hicieron pasar y las que aún perduran; “y a la vista están los españoles y la españa de hoy mismo”.

¿Entonces quién fue el beneficiario de todos estos negocios? Pues es claro que sólo fue una organización; que es allí donde consigue llegar a ser el imperio, que significó y sigue significando, “la tiara papal”; o sea y más claro, es La Iglesia Católica Romana; y es en Roma o Vaticano, donde estaba y sigue estando, “el cerebro o máquina que gobierna esos inmensos territorios”; que si bien se dice que su gobierno es sobre “las almas”; pero paralelamente controlan los bienes materiales que atesoraron y atesoran, puesto que aquello, de que, “mi reino no es de este mundo, que afirmara El Galileo”, pero en éste y para poder desenvolverse con comodidad, son necesario y como siempre, “el oro y la plata”, amén de todos los sucedáneos, anexos al poder material de este perro mundo.

La Iglesia y con su “viejísima sabiduría”, supo instalarse dentro del poder y saber convivir con “cualquier poder político”, conservando sus “reinos”, dispersos por el mundo (obispados y demás reinos o provincias eclesiásticas) pero controlados y dirigidos fielmente, desde ese gran Estado mundial, que si bien pequeño en extensión territorial, pero con poder e influencia enorme en las “discusiones internacionales”; y que es la organización más perfecta que se ha logrado en este mundo; tan es así, que para llegar a tener derecho al voto en esta, “súper democracia”, hay que llegar a cardenal; y tener la edad reglamentaria, para elegir al papa; o sea que la democracia es “a puerta cerrada” y elegido el supremo mandatario, se ha de pasar, “a la obediencia ciega”; y punto.

Y en cuanto he dicho sobre la fuerza o influencia de las iglesias americanas, “curiosamente el actual papa es de habla española y procedente de la posiblemente mejor organización eclesiástica, también española, cuál es la que fundara, el español, Íñigo de Loyola”; Amén.

NOTA: Ignacio de Loyola (Loyola, c. 23 de octubre de 1491-Roma, 31 de julio de 1556) fue un militar y luego religioso español, surgido como un líder religioso durante la Contrarreforma. Su devoción a la Iglesia católica se caracterizó por la obediencia absoluta al papa. Fundador de la Compañía de Jesús de la que fue el primer general,

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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