Cae la tarde, en la somnolencia de un domingo, triste apagado, sin vértigo, sera tal vez porque mañana comienza la jornada laboral, sera tal vez el reposo de un sabado de descontrol...o sera simplemente porque nadie hace un arreglo para el domingo a la tarde.

Curioso, muy curioso, antaño, cuando el fútbol de primera se jugaba todos al mismo tiempo y horario, es decir a las 15,30hs del domingo, el partido cual ritual eclesiástico terminaba a las 17,30hs, minutos mas minutos menos, la mayoría estaba en su casa a las 18,30hs tomando mate con la "patrona", otra gran curiosidad, en un país eminentemente machista. se aceptaba que la dueña del hogar era ella, la "patrona".
Así pasaba, el domingo, un domingo que tenia hasta un olor particular en el aire, esa mezcla de salsa y pasta difícil del olvidar. El asado era la excepcion, solo pasta, ravioles, fideos, capelletis, agnolitis, lasagna, y cuanta variacion a uno se le pueda ocurrir, despues la sobremesa y al toque el clasico "vieja, me voy a la cancha, que hoy tenemos que ganar"...claro el hincha habla en primera persona, pero el que juega es otro....y despues....el gran despues...si se gano, vieja, no haga nada, que vamo a comer afuera, si se empato..y hicimos lo que pudimos.....hacemos unos sanguches, para cenar y por últimos el tan temido...perdimos, estos muertos, no corren a nadie, y quien se creen que soy y el clásico. vieja....no voy a cenar no estoy de humor......jejeje
hinchas, pero hinchas de verdad...ya no existen