La intolerancia llegó para quedarse en la 36a. Feria del Libro. Ayer, contra todos los pronósticos, no fueron los ocho periodistas que repasaron los vaivenes políticos del país los que sufrieron agresiones, sino los panelistas que se reunieron para presentar un libro kirchneristamente incorrecto como es Indek: historia íntima de una estafa, de Gustavo Noriega.

Apenas había comenzado a hablar uno de los panelistas, en la sala Julio Cortázar, cuando un joven se paró y comenzó a increparlos. Según testigos de los incidentes, fueron pocos minutos de mucha violencia, que se trasladaron fuera del recinto, donde tuvieron que intervenir no sólo los policías de civil contratados por los organizadores de la presentación, sino los efectivos de uniforme que se encontraban en la feria.

Un grupo de jóvenes insultó, empujó y arrojó sillas a varios empleados del Indec que, con remeras que los identificaban, participaban de la presentación del libro en la que hablaron el diputado Claudio Lozano; la escritora Beatriz Sarlo; Cynthia Pock, ex directora nacional de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, y el ex jefe de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas y actual director de Cippec, Manuel Garrido.

Los disturbios duraron poco tiempo, pero recordaron otros de características similares que le impidieron a la médica cubana disidente Hilda Molina presentar un libro el viernes pasado, también en esta feria. A diferencia de los inconvenientes del viernes, por los cuales se canceló la presentación de Hilda Molina, anoche, superados los incidentes, se pudo desarrollar la presentación del libro sobre el Indec.

El grupo de jóvenes agresores se negó a identificar ante los periodistas que se acercaron a tratar de saber quiénes eran. Sólo aseguraron que provenían del barrio de Mataderos y que su misión era defender "el gobierno nacional y popular", en alusión a la gestión de Cristina Kirchner.

Algunos de los empleados del Indec que estaban en la sala Julio Cortázar comentaron que habían visto más temprano a los jóvenes en el stand de la Unión del Personal Civil de la Nación, adversaria gremial de la Central de Trabajadores Argentina, de la que forma parte el diputado Claudio Lozano.

Algunos integrantes de la CTA que acompañaron anoche a Lozano no negaron que los disturbios estuvieran dirigidos directamente al diputado de Proyecto Sur, que enfrenta duras denuncias del gobierno nacional como consecuencia de la detención del economista Roberto Larrosa en un despacho del Ministerio de Economía, hace poco más de una semana.