Hacía más de 15 años que José Ruiz (71) tenía la rutina de agarrar su bicicleta de ruta, tipo competición, y salir a pedalear por la colectora de la Autopista del Oeste hasta llegar casi a Luján. Un poco por su amor al deporte, que le viene de toda la vida. Otro poco para mantenerse activo y sano. Pero el mes pasado perdió su bicicleta de una forma insólita: cinco jóvenes lo atacaron a pedradas en un puente antes de llegar a la localidad de La Reja. Lo golpearon hasta abrirle heridas en las cejas y le robaron la bicicleta.

Su historia es la de muchos otros: 22 ciclistas fueron atacados y robados de ese modo, en esa misma zona, sólo en las últimas tres semanas de marzo .

Ruiz terminó en el Hospital de Moreno con cuatro puntos y la cabeza vendada . Su bicicleta nunca apareció y él decidió no pedalear más por el temor que le quedó desde aquel día.

Todo ocurrió a las 8.30 de la mañana. “ Los pibes se aparecieron de la nada y me atacaron como si hubieran sido una jauría. Me tiraban piedras y patadas . Inconsciente, empecé a pedalear más fuerte pero me siguieron tirando. Zafé por unos segundos, pero cuando intenté volver por la otra mano para dar la vuelta y escapar, me cruzaron otra vez.

Ya ahí no pude más, me tiraron al piso y se llevaron la bici . Terminé sangrando y todo lleno de moretones. Pero para mí ese episodio fue mucho más que un golpe en la cabeza. Era mi hobby, algo que me gustaba mucho y que ya no puedo hacer más porque ahora no me animo ”, contó José a Clarín .

Más allá de aquellos que como Ruiz salen a pedalear en sus bicicletas de carrera sólo por placer, durante los días de semana es fácil ver a pelotones de ciclistas de competencia entrenando por la colectora de la Autopista del Oeste.

Los fines de semana son grupos que llegan hasta los 200 deportistas, muchos de ellos triatletas y corredores de alta competencia.

Pero los que no pueden sumarse a esos pelotones numerosos y entrenan solos (como Ruiz) o en pequeños grupos, denuncian que hoy sufren una verdadera pesadilla: el ataque y el robo de sus bicicletas de carrera a golpes y a pedradas . Y, desde hace un par de semanas, también a mano armada .

Las bicicletas de alta competición que les robaron cuestan, en promedio, unos 2.000 dólares .

Los damnificados aseguran que los ataques comenzaron en diciembre del año pasado en forma aislada, pero que durante marzo los robos se incrementaron y cada vez son más violentos: los amenazan con armas de fuego y con cuchillos.

Los delincuentes, aseguran, actúan en grupos: interceptan a los ciclistas, los voltean y, una vez que están en el suelo, se alejan con la bicicleta robada.

El punto crítico, según los denunciantes, es el tramo de la Autopista del Oeste que abarca el kilómetro 38, sobre el arroyo Los Perros, en ambas manos, a la altura de Moreno. En esa zona hay barrios humildes hacia donde, según los ciclistas robados, los ladrones terminan escapando con el botín.

Los deportistas van siempre por la colectora porque por los carriles principales de la autopista se les prohíbe hacerlo.

¿Y qué hacen los ladrones con su botín? Las víctimas creen que los asaltantes trabajan para una organización que encarga los asaltos , para luego vender las bicicletas al Interior o directamente desarmarlas para comerciarlas como “bicipartes”. “Las bicicletas cuestan en promedio 2.000 dólares cada una y la mayoría sólo sirve para profesionales, ya que incluso hay que usarlas con zapatillas especiales y en determinados terrenos. Sospechamos que las venden enteras o que las despedazan para vender los repuestos”, explicó a Clarín Velmar Bianco, uno de los triatletas de élite que habitualmente va con el pelotón. El triatlón es una disciplina de gran exigencia física que combina ciclismo con carrera a pie y natación.

Por esa colectora van a practicar deportistas de renombre. Entre ellos, el último campeón olímpico, Walter Pérez, el campeón panamericano de triatlón, Matías Medici, y varios otros atletas destacados. Ellos aseguran que, por los robos, ya no salen solos y siempre van en grupos .

“Pero si alguien pincha, se retrasa o por necesidad tiene que salir solo, entonces es posible que lo roben. Nosotros tratamos de entrenar al menos en grupos de cinco. Hace poco a un ciclista hasta le dieron un puntazo en el estómago y cada vez es peor. Cuando fuimos a hacer la denuncia, la Policía nos advirtió que no anduviéramos por ahí porque robaban bicicletas ”, contó el atleta Gastón Jafele.

El abogado de la Federación Argentina de Ciclismo de Pista y Ruta, Ricardo Rodríguez, aseguró a Clarín que en el Hospital de Moreno atienden unos 15 casos mensuales por los ataques a ciclistas que andan por ese tramo del Acceso Oeste.

“El tema no es sólo la pérdida de la bicicleta, sino que lastiman y ponen en peligro la vida de la gente que entrena o hace deporte. Esto ocurre y es conocido por los vecinos de los barrios de la zona. Todo el mundo sabe que los ladrones se ocultan, se bajan de la colectora y toman para el lado de la ruta 25 con los bicicletas robadas, pero nadie hace nada. Lo que pedimos es presencia policial”, exigió.

Rodríguez confirmó además que en la Policía, cuando van a hacer las denuncias, les dicen que tienen problemas de jurisdicción: para algunos, la custodia la tiene la Comisaria 1a. de Moreno; para otros, Seguridad Vial de la autopista.

En la Policía Bonaerense aseguraron a Clarín: “No damos abasto con los móviles que hay en Moreno, porque hay muchos barrios para vigilar”. También, que “los adultos usan a menores para los robos y, cuando los agarramos, al otro día los terminan soltando”.


CLARIN