América Latina fue la región del mundo donde más rápidamente creció el uso de la web el año pasado, un maratón por el desarrollo en el que la isla aún corre con muletas.
Un reciente informe de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) de Cuba da cuenta de que en 2010 el 16 por ciento de los cubanos usaron algún tipo de servicio de Internet, incluida una red interna conocida como “Intranet” en la que los usuarios navegan por una web fabricada en la isla sin acceso internacional que sólo permite ver el correo electrónico.
De acuerdo con el reporte de la ONE, el año pasado hubo casi 1,8 millones de “usuarios de servicios de Internet”, una cifra de la que el gobierno se ufana ya que representa unos 100 mil “internautas” más que en el 2009.
En la práctica se trata de un servicio sumamente limitado ya que además de que no todos los cubanos disponen de conexión internacional, es muy inferior al que se brinda en el resto del continente incluso si se le compara con el de una minúscula nación latinoamericana como Costa Rica, donde el 35 por ciento de la población tiene acceso a Internet.
Según la ONE, a fines de 2010 había en Cuba unos 159 usuarios de Internet por cada mil habitantes, una proporción que tampoco dice mucho si se tiene en cuenta que en virtud de las reglas vigentes en la isla la población no puede comprar por su propia cuenta como en cualquier otra parte del mundo el acceso a la web.
Las conexiones, lentas e ineficientes, esperan por una mejora que aún no ha llegado tras la anunciada conexión de un cable de fibra óptica submarino tendido desde Venezuela, que elevaría la capacidad de acceso a Internet y telefónica de la isla pero que no modificaría en nada el derecho restringido de los ciudadanos en el uso de la red.
De hecho, según la organización internacional Reporteros sin Fronteras, Cuba figura en el tristemente selecto grupo de países que más reprimen el uso de la red y que merecen ser considerados “Enemigos de Internet”.
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