Moreno y Riquelme, las dos caras de la misma moneda

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- El Presidente del club Boca Juniors tuvo que dejar hoy (15/02) sus funciones ejecutivas al frente de una de las instituciones deportivas más importantes del país para ejercer un desdibujado rol de mediador entre un jugador díscolo e influyente (apañado por gran parte del club y los medios de comunicación) y un Director Técnico exitoso que es cuestionado y desacreditado por quien debería ser su “dirigido”.

Se trata de un cambio de roles que no es propio de la interna xeneize, sino que tiene un paralelismo calcado en lo que ocurre en el Gobierno nacional con el caso del Secretario de Comercio, Guillermo Moreno, ejemplo paradigmático pero no el único (ver nota).

Moreno es el virtual ministro de Economía de la Nación, aunque en realidad su cargo indica que es el subordinado del ministro real: Hernán Lorenzino.

Pero la influencia y las atribuciones casi ilimitadas de Moreno para subvertir el escalafón provienen de Cristina Fernández.

La cultura K instauró el resentimiento al principio de autoridad, a partir de las decisiones de Néstor Kirchner de arremeter contra el Fondo Monetario Internacional -aunque le abonó la deuda-, la manipulación de las instituciones como el Congreso Nacional o la Justicia, o las ofensas a la Iglesia Católica, las Fuerzas Armadas y de seguridad, que continúan en el Gobierno de su esposa y que degradan la percepción de la sociedad hacia esas figuras de autoridad.

Y ese debate que se generaba a nivel nacional desde lo institucional y se derramaba a la sociedad ha llegado a Boca Juniors, el club más popular.


Por eso Moreno y Juan Román Riquelme terminan siendo los dos ejemplos más trascendentes de cómo se quiebra el principio de autoridad y dos símbolos también de estos tiempos de la Argentina K.

Aunque en el cristinismo no ocurre este debate público que quedó expuesto en el caso de Boca, que siempre tiene ingredientes escandalosos más apetecibles para los medios, sino que ocurre en privado.

A diferencia de Cristina, que distribuye el Poder en su Gobierno a su antojo y se mantiene atenta a cortar de raíz cualquier atisbo de autonomía, en el caso de Daniel Angelici la situación es bien diferente.

El hombre de Mauricio Macri que dirige el Club está inmerso en un conflicto que surge a pesar de que el equipo se ha consagrado campeón invicto. Y donde Riquelme tiene su propia influencia y no necesita de su apoyo.

La situación encierra otro riesgo para Angelici si no logra restablecer el principio de autoridad en el Club que dirige –lo cual en su rol de mediador no está logrando, vale recordar que le había dicho a Falcioni "Borrá a cualquiera"- el día de mañana él puede ser el próximo en ser cuestionado por Riquelme, algo que no sucede en el Frente para la Victoria hasta ahora.