FOMENTAR: ¿EL JUEGO, O EL AHORRO?

El mismo día que esto escribo (23-11-2000) recibo dos comunicados, opuestos entre sí, pero igualmente significativos de una realidad preocupante: muy preocupante.
El primero de ellos, se refiere al juego en Andalucía (supongo que en el resto de España, irá “más o menos”) y se dice cuanto sigue:
“Así de claro lo tiene José Antonio Soriano, Director General de Juego de la Junta de Andalucía” - “Es un sector que ha aportado un altísimo nivel de recaudación a la Hacienda Pública, por encima de cualquier otro, y creo que la Administración tiene que corresponder a la hora de hacer trámites, de abrir Salas, de mover máquinas...”.
Ante tal manifestación de “gozo recaudatorio”, cualquiera medianamente inteligente, piensa que las máquinas de juego, las van a instalar hasta en los cementerios (por ejemplo) para que los visitantes, puedan tener algún motivo de “gozo” y con el juego enjugar sus tristezas y lágrimas; “no somos nada”. Y digo ello, por cuanto ese político, ni se da cuenta (por cuanto dice, que mejor callarlo) que el juego, tiene “hechas polvo”, a innumerables familias, por cuanto sus miembros responsables (en este caso todo lo contrario) se juegan “hasta el apellido” y luego vienen las penurias y desesperaciones, por lo que ya es conocido como enfermedad terrible por sus consecuencias. La Ludopatía, que cada vez padecen más irresponsables.
Lo del ahorro, que precisamente escasea cada vez más... y lo está diciendo la prensa, con reiteración, puesto que es otro problema grave, se quiere paliar, pero no sabemos cómo, pues los políticos no saben controlar a quienes “lo manejan”, que como todos sabemos son bancos y cajas de ahorros principalmente y... “sálvese el que pueda”.
Ejemplo: el segundo comunicado a que me refiero y que viene, nada menos que de uno de los grandes monstruos bancarios (BCH y “asociados”) y que comunica al “agraciado”, que su inversión efectuada (medio millón de pesetas) en UN PLAN DE PENSIONES, el 21-12-99, al día 23-11-2000 (11 meses y dos días después) le han reportado de ganancia, “el enorme premio al ahorro” que representan: TRES MIL QUINIENTAS SIETE PESETAS, o sea, que sus 500.000 pesetas, valen hoy, 503.507; eso sí; le dicen y aseguran que en el año 2001, esa inversión “se revalorizará bastante”... ¡De fábula!... ¿Pero qué estimulo tiene quien ello recibe, para perseverar ahorrando?.
Mientras, se habla de “billones” en inversiones, de cientos de miles de millones en ganancias. ¿Pero para quién?... ¿Quién asegura el porvenir a los ahorradores?

Antonio García Fuentes Jaén: 23 Noviembre de 2000
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Como pueden comprobar en mi Web; lo que antecede lo publiqué hace dieciséis años. El Estado ha ido fomentando el juego de forma incalificable, puesto que ya hay loterías de todo tipo e infinitos “señuelos”, sostenidos todos ellos con una brutal propaganda, que pagan nuestros impuestos, para que el iluso siga jugándose “hasta el pellejo,” en espera de ese escasísimo momento “suertudo” que le haga rico, algo tan difícil como “el asar la manteca”; por el contrario ese mismo Estado ha olvidado y ni lo recuerda siquiera por cumplir, que el ahorro es el verdadero sostén de quienes saben iniciarlo y sostenerlo por mucho tiempo; pero es claro que hoy lo que impera es el consumo y a costa de lo que sea; para ello los gobiernos ni fomentan el ahorro ni piensan fomentarlo (al contrario lo han castigado hasta el máximo) a la vista de la precariedad en que nos han sumergido a todos; y ahora todo son “llantos y lamentos”; pero conviene analizar que como el juego es una fuente de impuestos importantísima pero en manos de malos administradores, por mucho que recauden (en España casi la mitad de lo que se juega se lo lleva el fisco) siempre malgastarán más y jamás implantaran un sistema de austeridad y verdadero ahorro estatal, que es el primero que hay que institucionalizar, eliminando tanto parásito como nos obligan a mantener, cuando lo que necesita el Estado es austeridad y control del dinero que maneja y no la interminable cadena del endeudamiento nacional, que sólo nos puede llevar a catástrofes inimaginables. Pero hablar de esto en España es … como hacerlo, “en marteño (de Marte)”.


Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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