Sobre Japón y “sus saltos adelante” No me ha atraído nunca ni la civilización nipona, ni en general, ninguna de la inmensa Asia; es por lo que no he ido nunca a ningún lugar asiático; y lo que sé de todos ellos, se debe a los libros, el cine, prensa, ra

Sobre Japón y “sus saltos adelante”

No me ha atraído nunca ni la civilización nipona, ni en general, ninguna de la inmensa Asia; es por lo que no he ido nunca a ningún lugar asiático; y lo que sé de todos ellos, se debe a los libros, el cine, prensa, radio, documentales y lo que he encontrado en “mis caminos” sobre la tierra que he pisado. Pero por su lejanía y por cuanto han luchado por ser “potencia mundial” merecen su estudio; y creo haberlo completado, leyendo el libro, “Japón en su Historia”, de Andrés Pérez y Gonzalo San Emeterio (Ed. Satori Ediciones – Gijón España). El libro contiene cientos de fotografías e ilustraciones a todo color y es en sí, una joya para cualquier biblioteca; 526 pág.

Mis primeros conocimientos sobre Japón, lo fueron a través de Vicente Blasco Ibáñez y su obra, “La vuelta al mundo de un novelista”; gran libro de tan gran escritor; y el que hay que leer varias veces, por la riqueza de su contenido. Pues bien, cuando llega el autor a Japón, es en trágicos momentos de una catástrofe “natural y volcánica”, de las que los japoneses han sufrido tantas y tan terribles a lo largo de su historia; “Blasco Ibáñez”, nos da su relato sobre aquel país; que ya es “una potencia más de las mundiales y que ha llegado a ello, como las otras, a las que de alguna manera ha copiado” Japón; cuyo territorio ya les viene “estrecho” y necesitan nuevas conquistas; lo que los llevará al enfrentamiento con Norteamérica en la II Guerra Mundial; y a padecer las gravísimas consecuencias, de las que no obstante se recuperan pronto.

Y yo mismo y en persona, lo noté en mi “mili” o servicio militar obligatorio (1960/1961) padecido en la ciudad o plaza fuerte de Melilla; y donde más que soldados en tiempos de paz, éramos un enorme ejército confinado en un territorio minúsculo, y por tanto sometido a disciplinas agobiantes. Pero aun así, y en los paseos por la ciudad, aprecié un muy próspero comercio, generalmente en manos de judíos e hindúes, que por ser “plaza de libre comercio”, importaban grandes cantidades de lo que ya fabricaba Japón, principalmente de juguetes, cámaras fotográficas y transistores de radio; allí compré un precioso y muy pequeño aparato de radio (National y forrado con una muy bien hecha funda de piel) y un juguete militar (Jeep miniatura) que luego regalé a mi hermano Luís, entonces muy pequeño; posteriormente he comprado ya en la península española una preciosa máquina fotográfica, que divide las fotos; y del carrete de 36 lograba más de 72; mucho después y en las islas canarias, compré otra de mucha más categoría, y que fue un encargo de un amigo, abogado que me lo pidió.

Quiero significar con ello, la inteligencia de este pueblo, bien dirigido por sus modernos gobernantes, que derrotados en “la gran guerra”, les prohibieron el ejército y por tanto la fabricación de todo lo que ello conlleva; por lo que derivaron en la fabricación de, “artículos de pequeño volumen pero de gran valor” y en base a ello, se recuperaron ampliamente, inundando el mundo con “fabricados japoneses”; hasta llegar a la gran potencia industrial y comercial que hoy es. O sea, que los anularon como ejército invasor y colonizador, pero lo han convertido en una potencia mundial, como consecuencia de ello, en otros “campos”, donde Japón, “será un enemigo de los que antes lo fueron, por su potencia militar”; lo que por otra parte no parece ninguna panacea para la masa de japoneses, puesto que por lo que se publica, Japón es el país donde más gente se suicida (2); “en definitiva lo que yo sinteticé sobre la felicidad en este mundo… que no existe, a pesar de las muchas formas de intentarla el pobre mono humano, en todas sus razas, etnias y colores de piel”. Y Japón ha progresado tanto que ha llegado hasta “el hotel ataúd, los horribles robot humanoides y lo que he referido de los muchos suicidios”; lo que me dice que allí, la felicidad también está ausente.

Por lo demás, en el interesante libro que arriba cito, lo que yo saco en consecuencia, es que Japón, aislado en aquellas sus islas, “con su variadísimo clima” pero no muy productivas para la enorme población que ha llegado a tener; tuvo primero que, recibir la influencia de, “su madre” China, que los transformó de sus ancestros primarios, “con la ayuda no sólo de Confucio”, sino también de las religiones del budismo y sus “derivados”, puesto que “lo musulmán, no llegó ni a entrar en su territorio; y el cristianismo, si bien tuvo alguna importancia, pero al final, lo intentaron borrar y prácticamente poca influencia tiene en su forma de ser”; si bien todo lo que les ha interesado de la civilización occidental, lo han copiado principalmente de Alemania, Francia, Inglaterra y USA; prácticamente desde la década de los setenta, del siglo diecinueve; puesto que en aquella época, y “selectos enviados”; vienen a Europa a estudiar los sistemas de gobierno, de Inglaterra, Alemania, Francia y España; copian el sistema Alemán de dónde sacan su primera constitución, e incluso su sistema militar (recordemos que en la segunda guerra mundial eran aliados de Hitler) el sistema territorial, es el francés y el nacional, es el que “todos” heredamos del Imperio Romano; de España y tristemente, “no quisieron saber nada y ni la visitaron”, pese a que entonces, el Imperio Español, lo tenían como vecino en Filipinas y en archipiélagos de la Polinesia; pero fue la época del triste reinado de Amadeo de Saboya y la “repelente y posterior primera república”; y visto cómo estaba la España de entonces, seguro que les dio “asco” y supieron entender que, de allí, no aprenderían nada aprovechable, por lo que pasaron de largo, “despreciando todo lo español, aunque hoy prolifere allí, la guitarra y el flamenco de forma sorprendente.

Por lo demás, el desarrollo de su historia, “yo lo entiendo así”: Un país más, “donde el pequeño jefe o caudillo, va tratando de conquistar más territorio, eliminando con la violencia de siempre, a todo oponente”, hasta que pasados casi dos milenios, se logra la “unión actual”, bajo leyes siempre estrictas y muy controladas, para que “nadie se desmadre; y menos que entren ajenos a los sistemas y costumbres niponas”; por ello Japón sigue siendo, un país “más cerrado que abierto”; y colonizador como los demás imperios, si bien, “hoy se emplean otros sistemas”; todo ello basado en “el origen divino de su imperio y emperador, donde no imperan nada más que los hombres”; pero con su “Banzai”, pretenden, “los diez mil años del soñado “imperio del sol naciente”; o sea, un sueño más, de los que, “todos o casi todos los monos humanos soñaron en todos los tiempos”; yo ya no; puesto que no he llegado a saber, ni “el por qué ni para qué existo; mucho menos mi destino futuro, pues el de hoy, ya es muy corto, por mis casi ochenta y tres años, mal vividos en este miserable planeta”.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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(1) Recordemos que era el grito desesperado en los ataques suicidas de los soldados nipones, que llegaron hasta lo de “los pilotos suicidas” .La expresión completa es ¡Tennōheika Banzai!, que se profería enfáticamente y puede traducirse como ¡Larga vida al emperador! Sin embargo, dicha traducción es más bien una adaptación, ya que literalmente quiere decir Diez mil años, tal como reza su versión original, wànsuì.

(2) En Japón, los datos ofrecidos por el gobierno informan que en octubre más personas fallecieron a causa de un suicidio que por Covid-19, llegando a ser 2.153 personas frente a 2.087 a causa del virus.
El país asiático es uno de los pocos que difunde datos actualizados de las tasas de suicidios desde 1978, algo que puede resultar muy útil para otros gobiernos en esta época de pandemia para focalizar en la prevención de los grupos más vulnerables. En Japón, los datos ofrecidos por el gobierno informan que en octubre más personas fallecieron a causa de un suicidio que por Covid-19, llegando a ser 2.153 personas frente a 2.087 a causa del virus. El país asiático es uno de los pocos que difunde datos actualizados de las tasas de suicidios desde 1978, algo que puede resultar muy útil para otros gobiernos en esta época de pandemia para focalizar en la prevención de los grupos más vulnerables. [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Sobre Japón y “sus saltos adelante” No me ha atraído nunca ni la civilización nipona, ni en general, ninguna de la inmensa Asia; es por lo que no he ido nunca a ningún lugar asiático; y lo que sé de todos ellos, se debe a los libros, el cine, prensa, ra

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