“Las cosas parecen estar cambiando en Cuba” donde la “necesidad de cambio es innegable, incluso en las más altas esferas del Gobierno”, dijo el gran comunicador.
El cocinero neoyorquino Anthony Bourdain. foto EFE

El prestigioso chef Anthony Bourdain eligió las paladares cubanas, los populares agro mercados, y la esquina caliente como escenario para iniciar la nueva temporada de su show No Reservations.
De su experiencia cuenta al diario USA Today que “las cosas parecen estar cambiando en Cuba” donde la “necesidad de cambio es innegable, incluso en las más altas esferas del Gobierno”. Y que la isla vive “una atmósfera de anticipación” en la que todos se preguntan “Y ahora qué?
El gran comunicador, también autor de varios libros de cocina, sabe que para los cubanos la alimentación es un problema fundamental y que el racionamiento los ha obligado, por décadas, a una dieta de arroz y frijoles, mientras que los turistas pueden tener un menú “ilimitado” en cualquier sitio de la isla.
The Forbidden Detour Cuba (Cuba el desvío prohíbido), como titula su programa en clara referencia a la prohibición de los viajes a Cuba para los ciudadanos estadounidenses, es un paseo por La Habana y sus sabores, que lo ha dejado encantado, tanto que declaró: “La Habana es increíblemente bella. Probablemente -- no, definitivamente, es la ciudad más encantadora que he visto en el Caribe o Latinoamérica.”
“A pesar de que Cuba es todavía un país comunista, donde espíar a los visitantes es un hecho”, según afirma Bourdain, pudo llegar a dialogar directamente con los cubanos de la calle. Junto al experto en béisbol Peter Bjarkman presenció las ardientes discusiones beisboleras de “La esquina caliente”; la pasión de los cubanos por el béisbol de las Grandes Ligas, aun cuando no lo pueden apreciar; y el jolgorio de la fanaticada habanera en las graderías del estadio Latinoamericano en un juego de Los Industriales
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