El número de personas que viven solas se ha disparado. ¿Qué está impulsando el fenómeno? Y los habitantes de solistas Colm Tóibín, Zane Alex, Calli Carmen y otros reflejan la vida como un producto único



La única: ¿Por qué cada vez más de nosotros vivimos en paz? Foto: detalle de la imagen en el libro de próxima publicación por la ventana, por Gail Albert Halaban
Las sociedades humanas, en todos los tiempos y lugares, se han organizado en torno a la voluntad de vivir con otros, no solos. Pero no más. Durante el último medio siglo, nuestra especie se ha embarcado en un experimento social notable. Por primera vez en la historia humana, un gran número de personas, en todas las edades, en todos los lugares, de todas las tendencias políticas - han comenzado a establecerse como simple. Hasta la segunda mitad del siglo pasado, la mayoría de nosotros se casó joven y se separó con la muerte. Si la muerte llegó temprano, se volvió a casar pronto, si es tarde, se mudó con la familia , o con nosotros. Ahora se casan más tarde. Tenemos divorcio, y permanecer sola durante años o décadas. Sobrevivimos a nuestros cónyuges, y hacer todo lo posible para evitar irse a vivir con los demás, incluyendo a nuestros hijos. Nos ciclo dentro y fuera de arreglos de vida diferentes: solos, juntos, juntos, solos.

Los números no cuentan toda la historia, pero en este caso las estadísticas son alarmantes. De acuerdo con la firma de investigación Euromonitor International , el número de personas que viven solas a nivel mundial se ha disparado, pasando de unos 153 millones en 1996 a 277 millones en 2011 - un aumento del 55% en 15 años. En el Reino Unido, el 34% de los hogares tienen una persona que vive en ellos y en los EE.UU. es del 27% - aproximadamente uno de cada siete adultos.

Los habitantes contemporáneos en solitario en los EE.UU. son principalmente las mujeres: alrededor de 18 millones de dólares, en comparación con 14 millones de hombres. La mayoría, más de 16 millones de dólares, son adultos de mediana edad entre las edades de 35 y 64. La cuenta de los ancianos de alrededor de 11 millones del total. Los adultos jóvenes entre 18 y 34 años son más de 5 millones, en comparación con 500.000 en 1950, convirtiéndose en el segmento de más rápido crecimiento de la población que vive en solitario. A diferencia de sus predecesores, las personas que viven solas cúmulo de hoy juntos en las áreas metropolitanas.

Suecia tiene más habitantes que cualquier otro lugar en solitario en el mundo, con un 47% de los hogares que tienen uno de los residentes, seguido por Noruega en el 40%. En los países escandinavos, sus estados de bienestar proteger a la mayoría de los ciudadanos de los aspectos más difíciles de la anciana. En Japón, donde históricamente ha sido la vida social organizada en torno a la familia, alrededor del 30% de los hogares tiene un habitante de una sola, y la tasa es mucho mayor en las zonas urbanas. Los Países Bajos y Alemania comparten una mayor proporción de hogares unipersonales que el Reino Unido. Y las naciones con mayor crecimiento en los hogares de una sola persona? China, India y Brasil.

Pero a pesar de la prevalencia en todo el mundo, vivir solo no es muy discutido, ni comprendido. Aspiramos a que nuestros propios lugares como los adultos jóvenes, pero se preocupan por ver si todo es derecho a permanecer de esa manera, incluso si lo disfrutamos. Nos preocupamos por sus amigos y familiares que no han encontrado la combinación perfecta, aunque insisten en que estás bien por su propia cuenta. Luchamos para apoyar a los padres ancianos y abuelos que se encuentran viviendo solos después de la pérdida de un cónyuge, pero nos quedamos perplejos cuando nos dicen que prefieren quedarse solos.

En todas estas situaciones, que viven solas es algo que cada persona o familia, experiencias como la más privada de las cosas, cuando en realidad es una condición cada vez más común.

Cuando hay un debate público sobre el surgimiento de vivir solo, los comentaristas lo presentan como un signo de la fragmentación. De hecho, la realidad de este gran experimento social es mucho más interesante - y mucho menos el aislamiento - que estas conversaciones nos quieren hacer creer. El aumento de la vida por sí solo ha sido una experiencia social transformadora. Cambia la manera en que entendemos a nosotros mismos y nuestras más íntimas relaciones . Se da forma a la forma en que construimos nuestras ciudades y desarrollar nuestras economías.

Entonces, ¿qué está conduciendo? La riqueza generada por el desarrollo económico y la seguridad social proporcionada por los estados de bienestar modernos han permitido a la espiga. Una de las razones que más personas viven solas que nunca, es que pueden permitirse el lujo de. Sin embargo, hay muchas cosas que pueden darse el lujo de hacer, pero decide no hacerlo, lo que significa que la explicación económica es sólo una pieza del rompecabezas.

Además de la prosperidad económica, el aumento se deriva del cambio cultural que Émile Durkheim , una figura fundacional de la sociología en el siglo 19, llamado el culto a la personalidad. Según Durkheim, este culto surgió a partir de la transición de las comunidades rurales tradicionales a las modernas ciudades industriales. Ahora bien, el culto a la personalidad se ha intensificado mucho más allá de lo que Durkheim previsto. No hace mucho, alguien que no estaba satisfecho con su esposo y quería el divorcio tuvo que justificar esa decisión. Hoy en día si alguien no se ha cumplido por su matrimonio, que tienen que justificar su estancia en ella, porque hay una presión cultural a ser bueno para uno mismo.

Otra fuerza impulsora es la revolución de las comunicaciones, que ha permitido a la gente a experimentar los placeres de la vida social, incluso cuando están viviendo solos. Y la gente está viviendo más que nunca - o, más específicamente, porque las mujeres suelen vivir más que sus cónyuges por décadas, en lugar de años - y por lo tanto el envejecimiento por sí sola ha convertido en una experiencia cada vez más común.

Aunque cada persona que desarrolla la capacidad de vivir solo se encuentra una experiencia intensamente personal, mi investigación sugiere que algunos elementos son ampliamente compartidos. Hoy en día, jóvenes solitarios activa replantear el vivir solamente como un signo de distinción y éxito. Lo usan como una forma de invertir el tiempo en su crecimiento personal y profesional. Estas inversiones en el auto son necesarias, dicen, porque las familias actuales son frágiles, al igual que la mayoría de los puestos de trabajo, y al final cada uno de nosotros debe ser capaz de depender de nosotros mismos. Por un lado, el fortalecimiento de la auto significa la realización de proyectos solitarios y aprender a disfrutar de su propia empresa. Pero por el otro, significa hacer un gran esfuerzo para ser de tipo social: la construcción de una sólida red de amigos y contactos de trabajo.

Vivir solo y estar a solas, no son la misma, sin embargo, los dos se confunden habitualmente. De hecho, hay poca evidencia de que el aumento de vivir solo es responsable de lo que nos convierte solo. La investigación muestra que es la calidad no la cantidad de las interacciones sociales que mejor predice la soledad. Lo que importa no es si vivimos solos, pero si nos sentimos solos. Hay un amplio apoyo a esta conclusión fuera del laboratorio. Como las personas divorciadas o separadas a menudo dicen, no hay nada más solitario que vive con la persona equivocada.

También hay buena evidencia de que las personas que nunca se casan ya no se contentan menos de los que lo hacen. Según la investigación, que son significativamente más felices y menos solo que las personas que están viudas o divorciadas.

En teoría, el aumento de la vida por sí sola podría dar lugar a una serie de resultados, desde el declive de la comunidad para una ciudadanía más activa socialmente, desde el aislamiento desenfrenada a una vida pública más sólida. Comencé mi exploración de las sociedades simples, con un ojo a sus características más peligrosas y perturbadoras, incluyendo el egoísmo, la soledad y los horrores de enfermar o morir en paz. He encontrado una cierta medida de todas estas cosas. A fin de cuentas, sin embargo, salí convencido de que los problemas relacionados con la vida por sí sola no debe definir la condición, porque la gran mayoría de los que van en solitario tener una experiencia más rica y variada.

A veces se sienten solos, angustia y la incertidumbre acerca de si sería más feliz en otro arreglo. Pero también lo hacen aquellos que están casados ​​o viven con otras personas. El aumento de la vida por sí solo ha producido importantes beneficios sociales, también. Solos de jóvenes y de mediana edad han ayudado a revitalizar las ciudades, porque son más propensos a gastar dinero, socializar y participar en la vida pública.

A pesar de los temores de que viven solas pueden ser ambientalmente insostenible, solos tienden a vivir en apartamentos en lugar de en grandes casas, y en ciudades más verdes en lugar de en los suburbios dependientes del automóvil. Hay buenas razones para creer que las personas que viven solas en las ciudades consumen menos energía que si se acopla y desertar para seguir una casa unifamiliar.

En última instancia, es demasiado pronto para decir cómo una sociedad en particular responderá a cualquiera de los problemas o las oportunidades generadas por esta transformación social extraordinaria. Después de todo, nuestro experimento con la anciana se encuentra todavía en sus primeras etapas, y estamos empezando a entender cómo afecta a nuestras propias vidas, así como las de nuestras familias, comunidades y ciudades.

• Ir solitario: el extraordinario auge y Apelación sorprendente de vivir solo, por Eric Kinenberg, es publicada por Penguin Press en £ 21.

Colm Tóibín, de 56 años


Colm Tóibín: "Nadie me dijo que yo sería más feliz en mi vida cuando me inspira en una monja que dirige su propio claustro y está solo en él." Fotografía: Eamonn McCabe
Nadie me lo dijo cuando era pequeño que yo pudiera vivir así. Nadie me dijo que por la edad de 56 años me gustaría conocer todos los bares gay en ciudad de Nueva York, la mayoría de los irlandeses y un buen número de otros bares, como son, en el medio. Y que yo sería el contenido de una noche de viernes y sábado alrededor de las diez de la mañana sólo para sentir que los bares seguían allí, todavía lleno de gente pidiendo más, mientras que lo único que quería era estar solo en la cama con un libro .

Nadie me dijo que yo sería más feliz en mi vida cuando me inspira en una monja que dirige su propio claustro y está solo en él, no se molestó por la charla de otras monjas, o por las exigencias de la reverenda madre.

El sábado me levanto a las seis y disfrutando el día. Yo enseño los lunes y martes, tengo que volver a leer una novela para cada clase y tomar notas sobre ella. Nada me hace más feliz que el pensamiento de este. A menudo se encuentran allí hasta que las noticias de las siete se enciende, sonriendo al pensar en el día.

Todos los días voy a leer y tomar notas. El peor de los casos es que me hace falta otro libro, y esto implica mucho la toma de decisiones y la auto-consulta. Se podría terminar en un paseo de cinco minutos a la biblioteca de la universidad. Pero normalmente me voy a ninguna parte, salvo en la nevera si tengo hambre de ver lo que hay, o en el sofá para descansar la espalda, si está cansado, o la mecedora si me siento una necesidad para el rock.

Normalmente no hay mucho en la nevera. En la cocina hay un horno que nunca se han abierto. Y hay ollas y sartenes cuyo propósito puede ser decorativa para todo lo que sé. Pero yo sé que todos mis cuadernos son. Ellos están en todo el apartamento. Esa es la mejor parte. Puedo dejar que me gusta y nadie los toca o quiere que los guarden en cualquier lugar. Nadie suspiros sobre libros y cuadernos apilados. Todos los portátiles tienen historias a medio escribir en ellos, o frases sueltas en busca de un hogar, o reflexiones que son de la incumbencia de nadie. Si me gusta, puedo ir a uno de ellos y añadir algunos párrafos. Yo no tengo que disculparme, explicar a mí mismo, o poner en la mirada de un escritor distraído con el fin de ponerse a trabajar. O preocuparse de que alguien ha sido, en mi ausencia, abrió uno de mis cuadernos y encontró que no les gusta el tono de lo que está escrito allí.

Nadie me lo dijo cuando era pequeño que llegaría un momento en mi vida donde las personas serían juzgadas por la cantidad y calidad de los menús para llevar de los restaurantes locales. Y que podía, sin consultar a nadie, en cualquier momento, hacer una llamada telefónica, para un poco de comida, y no tardaría en llegar a mi puerta.

Y luego está la música al caer la noche. Yo puedo poner en todo lo que quiera, siga las obsesiones oscuras sin tener que preocuparse por nadie más deprimente, o animando para arriba para el caso. No hay nadie para cuestionar mi cordura, mi gusto por la música, o decir: "Que una vez más No es que una vez más ¿No nos enteramos de que ayer?.?"

Y luego está la cuestión pequeña de alcohol. Nadie me dijo cuando yo era un adolescente que llegaría un momento en que no me molestaría potable. Nadie me dijo que cuando llegó la noche del sábado, que siempre sería hablar con nadie y desea ir a la cama temprano, y que mi único momento de puro placer y caprichoso sería tomar un libro a la cama que no era para la clase de la siguiente semanas. De lo contrario, mi vida como monja es una lección a los demás, un verdadero ejemplo de buen ejemplo. Tiene su recompensa en la mañana cuando me despierto en silencio con la cabeza clara, listo para más.

Colm Tóibín es autor.

Carmen Callil, de 73 años




Carmen Callil: "Vivir solo significa la libertad, nunca se aburre, ir a la cama a las ocho, si me da la gana." Fotografía: Félix Clay
Nunca he pensado mucho en que viven solas, porque no era algo que yo decida, me pasó a mí de forma natural. Lo que con una infancia en medio de una gran familia, entonces el convento, que rara vez era solo. Yo compartía habitación con mi hermana, la vida con mis hermanos y madre. Un grupo de abuelos vivían al lado, a los demás a través de la carretera. Muchas tías, tíos y primos eran sólo un grito de distancia. El convento era negro con las monjas, sus dormitorios y las aulas llenas de otras chicas. Me fui de casa cuando tenía 21 años.

Casi de inmediato, me enamoré de un hombre que era, vagamente, se casó. Un matrimonio abierto, que se llamaría hoy. Durante una década o algo así, yo quería estar disponible para él, así que me mudé a una hab por encima de una barra de carne salada, en madera de San Juan. Eso fue 1964. Yo tenía 26 años y he vivido sola desde entonces.

Me gustó mucho estar en el amor y lo repetía con demasiada frecuencia. Pero también lo odiaba. Tengo una foto de mí mismo de dos años, en un cochecito de niño las afueras de Melbourne Zoo. Mis piernas regordetas están luchando para salir: el aspecto de la lucha en mi cara de niño es tremendo. Así es como me sentía cada vez que me enamoré y pasó largos períodos de tiempo con el objeto amado. A menudo era el aburrimiento: horas dedicadas a hacer lo que el objeto amado quiere, en lugar de buscar las mil cosas malabares en mi propia cabeza. Cuando yo estaba en el amor y la idea del matrimonio, siempre me llegó a sentir como ese niño en el cochecito.

Forcejeando con esta incapacidad llegó a un abrupto final una vez que empecé a trabajar. Que había sido elevado a pensar en el trabajo como un preludio a marido, hijos, casa. Una vez que empecé Virago , en 1972, y luego, desde 1982, trabajando en Chatto , también, el aburrimiento se desvaneció, y los días y los años huyeron.

¿Qué es lo que me gusta de vivir en paz? La bendición más grande es el número de amistades que pueden disfrutar, el número de personas que pueden amar. Me encanta escuchar sus historias, siguen sus vidas. Esto puede llegar a ser frenética, pero siempre se puede cruzar por una noche en el diario con BED en mayúsculas y no hay nadie que diga que no a eso. No me hubiera importado tener a los niños que podrían haber tenido, pero no tengo suficiente autoestima para que sea necesario la duplicación de mí mismo en el mundo. En verdad, he preocupó más acerca de mis amigos, mi trabajo y sobre la comprensión de lo que está pasando en el mundo de lo que nunca han de dejar de "grasa de cera y multiplicaos", como el servicio de matrimonio católico instruye.

Vivir solo significa la libertad, nunca se aburre, ir a la cama a las ocho, si me da la gana, la alimentación, como me gusta a mí mismo, pensando, Pöttering y gritando a la radio sin sentir un tonto. Nunca me siento solo, siempre y cuando estoy en casa. Puedo decorar mi casa para satisfacer mis excentricidades - no todo el mundo quiere vivir con 200 jarras y miles de libros. Cada objeto en mi casa me recuerda a una persona amada o de otra. Conocer a todos mis amigos están repartidos por ocupándose de sus negocios, pero disponible al final de un teléfono es suficiente.

Hay, y han sido, fatigas grandes. Hombres - Auberon Waugh y lord Longford vienen a la mente, han insistido en ocasiones en mi cara que yo era lesbiana. Sentí que esto es un insulto a las mujeres que son lesbianas, así como a mí mismo. No me gusta conseguir las invitaciones dirigidas a "Carmen Callil y amigo" y estoy a menudo la tentación de traer a mi perro.

Pero hay tanto que hacer y que pensar, y así muchos amigos les encanta. Ellos son mi roca. Si estoy en problemas, me ayudan, y yo no - y nunca - preocupados por morir solo, porque todo el mundo lo hace.

Carmen Callil es un editor y el autor, y fundador de la Virago Press.

Alex Zane, de 33 años

Alex Zane: "No se trata de egoísmo, el hecho de saber lo que te gusta y hacer lo que quieras sin tener que tomar en cuenta otra persona." Fotografía: Rex
Después de haber vivido solo durante los últimos seis años, compartiendo mi casa con algo más grande que un gato no es algo que me gusta.

Esto no me convierte en un bicho raro. Yo no soy Norman Bates , deambulando por mi casa vestido como mi madre - me gusta el hecho de que si quería, podía.

Vivir solo me da el tiempo que necesito para recargar, y dejar sueltos a los aspectos de mi personalidad mejor con la etiqueta "No para el consumo público". Cuando Superman necesita un descanso de la salvación del planeta, algo de tiempo para sí mismo, ¿a dónde va? Su Fortaleza de la Soledad en el Círculo Polar Ártico. Yo tengo lo que me gusta llamar a mi piso de la Soledad en el norte de Londres. No estoy comparando mi día normal a las conquistas de el último hijo de Krypton, pero él tiene una imagen pública de mantenerse al día, y que pueden relacionarse.

"Yo" es la mejor parte de la anciana. No se trata de egoísmo, el hecho de saber lo que te gusta y hacer lo que quieras sin tener que tomar en cuenta otra persona. Bueno, eso suena egoísta, pero si vas a ser egoísta, es probablemente la mejor manera de hacerlo por su cuenta, así que nadie sabe.

Mi soledad no es total. Tengo una novia, y hemos estado juntos por un período de tiempo que hace que la gente se pregunta por qué no compartir un hogar. La verdad es que ella se queda conmigo a menudo. Ella tiene un cajón. Ella sabe que me quedo con el azúcar. Yo sé que poner el asiento del inodoro. Ella sabe cuál de los tres mandos a distancia en realidad se convierte en el televisor. Yo sé que ella comprueba mi historia de Internet.

Es una máquina bien engrasada. Y aunque todavía no se ha hablado en voz alta, soy consciente de la larga un cambio vendrá. Un cambio que supondrá mí ya no comer paquetes de arroz para microondas y salsa de soja para cada comida. El fantasma de la convivencia se vislumbra en el horizonte.

Hay, por supuesto, algunas cosas que no voy a perder sobre la vida en solitario. Hay momentos de melancolía, el silencio puede ser muy largo-alimentación, y si me he pasado tres días encerrado en mi casa, cuando finalmente surja la primera conversación que tengo con otro ser humano puede ser un asunto incómodo, como aprender a hablar de nuevo: "Yo ... bueno ... usted, usted mismo, también?"

Pero hay una cosa que empequeñece todas las otras desventajas de vivir por mí mismo, una cosa voy a estar feliz de dejar atrás. Tiene que ver con mi Wii. Trato de evitar la sensación, pero no puedo. En última instancia, no hay imagen más trágica que la de un hombre de pie en medio de la sala de su casa, solo, en calzoncillos, haciéndose pasar por salto de esquí.

Alex Zane es un DJ y presentador de televisión

Publicacion completa:

http://www.guardian.co.uk/lifeandstyle/2012/mar/30/the-rise-of-solo-living