Impuestos abusivos por parásitos abusivos Desde ya muchos años atrás, vengo recomendando la lectura del mejor de los libros que la propia Creación, puso a la vista e interpretación del ser humano; no lo escribió en signos como los que empleamos “los m

Impuestos abusivos por parásitos abusivos

Desde ya muchos años atrás, vengo recomendando la lectura del mejor de los libros que la propia Creación, puso a la vista e interpretación del ser humano; no lo escribió en signos como los que empleamos “los monos humanos”, bien en papel, en piedra, o en otros soportes; la Creación los “imprimió” en los infinitos signos de vida; donde lo más interesante de ver, es que siempre, emplea, “mínimos para obtener máximos”; y por sí misma, nunca se extingue; es más, desaparecido su peor enemigo que somos “el mono humano”; seguro estoy que ella se regeneraría y volvería a crear lo que creó; y lo que tenga previsto crear, que es claro, es un misterio, dentro del gran misterio que es la vida, en este “desgraciado planeta”. Dejo aquí mi preámbulo de hoy, que puede parecer no guarda relación con mi titular; pero no se necesita tener un muy abundante “caletre”, para leer entre líneas y asociarlo a lo que sigue y que parte de la siguiente noticia, de España; pero aplicable a cualquier otro país; puesto que todos adolecen de lo mismo: excesivos impuestos, mala administración y ruinas progresivas, que acaban siempre en conflictos sangrientos.

“MADRID FULMINA TODAS SUS CARGAS IMPOSITIVAS MIENTRAS CATALUÑA MANTIENE 15: Ayuso elimina todos los impuestos autonómicos que pagan los madrileños y provoca la rabia de la izquierda. La Comunidad de Madrid se convertirá en la única comunidad autónoma de régimen común sin tributos propios. Las distintas rebajas de impuestos llevadas a cabo desde el 2004 han supuesto un ahorro a los madrileños de 52.819 millones de euros. (Periodista Digital 02-09-2021)”.

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Pero como lo que predomina es, la malísima o pésima administración de recursos públicos, el malgasto, o el robo abundantísimo y de infinitas formas y maneras, que dejo al lector las imagine y aplique; puesto que desde el empleado público que no cumple su horario y menos su trabajo, hasta el político que roba “a manta” y se lleva todo lo que puede y más; hay un horizonte tan amplio, que se necesitaría una enciclopedia de varios volúmenes, para enumerarlos todos; “y posiblemente quedarían más por descubrir”.

¿Por qué la brutal subida de impuestos desde que desapareciera el tan criticado franquismo y pasásemos a la tan cacareada nueva época de libertades y “progreso”? Sencillo: hoy y en un solo ejemplo: la comunidad autónoma de Andalucía, seguro que tiene más empleados públicos, que el régimen anterior tenía para toda España. Aumentemos a ello, la inmensa cantidad de nuevos organismos oficiales creados, la otra enormidad de ONGs, de todo tipo, que han proliferado como “los hongos” en la humedad; y sumemos todo lo que sepamos de nuevas covachas, covachuelas, o enormes cuevas, que mantiene el dinero público; el que ya insuficiente, ha creado una deuda pública, que los técnicos ya dicen que es impagable; y por ello, llegamos a la situación actual de ruina o quiebra camuflada, en que está España.

Por todo ello, antes o después, si es que de verdad “llegan al gobierno verdaderos estadistas” y no la podredumbre que nos ha empobrecido hasta grados que debieran ser entendidos por tribunales especiales y juzgados como merecen; o se llegará a situaciones que mejor, “no imaginarlas por lo dolorosas de las mismas”.

Una administración de un Estado, o de cualquier dependencia oficial del grado y tamaño que sean; no es otra cosa que “un núcleo familiar y humano”; que ha de administrar bien los medios económicos de que disponga, para aparte de ir viviendo; ahorrar todo lo posible, para mediante el ahorro y buena administración, ese núcleo pueda y de verdad, progresar en todos los sentidos; o sea y más claro; hacer lo que hace cada individuo, con su economía privada, si es que sabe administrarla bien; lo que está muy lejos de carecer de lo necesario y quedar, en “lo roñoso”.

Por ello, por todo ello; la administración oficial, debe tener estrictamente, “los empleados públicos necesarios”; desde el primero al último, y los que necesariamente, tienen que llegar a su puesto, mediante oposiciones muy estrictas, para que sencillamente, lleguen al puesto los mejores oponentes; que a su vez, deben emplear todo su saber en conseguir que “el organismo que sea”, funcione lo mejor posible y al menor coste posible; “para lo que deben ser aleccionados y bien”.

Por ello y tras ello, deben desaparecer, “las nubes de parásitos, metidos a dedo, por políticos inútiles y perniciosos, que para llegar al cargo, han de tener, esos ejércitos de compinches, a los que luego, hay que “llenar la panza y el bolsillo”; sean los que sean y del grado social que sean. El político en un Estado bien organizado; sus auxiliares; siempre deben ser (salvo casos muy excepcionales y a estudiar al máximo) los empleados públicos con que cuenta, para todos sus servicios.

De acuerdo en que hay que tener elecciones, para elegir a “los mejores” (de ambos sexos) pero sólo deben ser propuestos a la elección, aquellos que de verdad merezcan esa oferta, que debe ser libre y a presentarse, cualquiera, no menor de cuarenta años, y que presente a la “res pública”, un currículo digno del puesto a que se pretende; lo que ocurre es simplemente, “el exceso de parásitos que acaban con todo”.

Y si he señalado lo de “los cuarenta años”; es por una máxima que considero buena y que me enseñó un buen filósofo… “El que a los veinte no quiere, no querrá, el que a los treinta no es, no será; y el que a los cuarenta, no tiene… no tendrá”; y aunque para votar, debiera considerarse el primer tramo, pero para dirigir y gobernar, no en absoluto; “la juventud es una enfermedad que con el tiempo se va curando, y no en todos, sean machos, hembras o “ambidextros”.

Y por descontado, que todo ello, debiera estar vigilado y controlado, por una JUSTICIA verdaderamente LIBRE y conformada; por individuos que de verdad, sientan la sagrada VOCACIÓN de la JUSTICIA; y no de pobres diablos, que sean capaces, de… “vender o alquilar su toga y ponerla al servicio de su panza y su bolsillo”; puesto que siendo así, todo lo que padecemos, viene de ese principal motivo.

Pero aun así: “Éste selecto cuerpo judicial, tiene que tener para su control, un tribunal, parecido al que, las tribus “pieles rojas”, tenían con “el consejo de ancianos, sólo que hoy debiera serlo de ancianos y ancianas de forma equitativa” y cuyo fallo debiera ser inamovible una vez tomado, por como por ejemplo, se rige la elección del papa de turno, “dos tercios más uno”, que creo recordar es el mínimo en el “sabio Vaticano, que deja para este crucial hecho, lo que es una especial democracia”.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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